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Pseudomero: Universos Expandidos

Treinta años en un día

Canceladxs: Javier Maldonado


Universos Expandidos: Pintura y dibujo de PseudoMero

Por: Emilia Quiñones Otal, PhD

 

El concepto desconcertante, la línea marcada, y el dibujo abstracto son quizás los caminos que unen los distintos trabajos presentados en Universos Expandidos, muestra individual del artista PseudoMero. La trayectoria del autor lo ha llevado del dibujo (su concentración durante sus estudios subgraduados), al muralismo y grafiti, medio en el que es quizás más conocido en el mundo cultural de Puerto Rico. En los últimos 12 años, Pseudo Mero ha crecido desde el punto de vista formal, su paleta, línea y composición se han desarrollado hasta convertirse en un artista maduro, pero es quizás el contenido temático de sus trabajos lo que le ha valido becas, residencias, participación en exposiciones en museos y exposiciones individuales en varios espacios en Puerto Rico en los últimos años. El artista no nos muestra su proceso, tapa algunas partes de su pintura con más color y formas que desvían de las que había antes, y que yacen en el fondo de la obra, escondidos para siempre.

En sus dibujos no puede cubrir lo que hay detrás, pero nos distrae con imágenes para que no descubramos sus motivos, casi como si no quisiera que nos encontráramos con su verdadero Mero. Así, se une a una tradición de artistas no-occidentales que evitan la lectura obvia, la representación directa, la mirada fija del espectador que busca entender fácilmente una realidad compleja . PseudoMero usa todo artilugio a su alcance para jugar con nuestra mente. Destaca su habilidad con el dibujo, que demuestra a través de sus formas clásicas inspiradas en las artes occidentales griegas, romanas, renacentistas, hitos que desarma con irreverencia, uniéndolos a formas relacionadas a la cultura contemporánea: dibujos animados de nuestra infancia, imágenes corporativas o de anuncios, retratos de artistas contemporáneos… No hay inocencia en sus dibujos, que mezclan la rapidez de nuestro ojo con la sobrecarga de imágenes y se convierten en una masa abstracta en la que por momentos no distinguimos y en otros nos encontramos.

Hay temas recurrentes, que aluden igualmente a su vida como artista, hijo, padre, hermano, estudiante, profesor. Su mural Constelaciones, uno de los tres que se presentan en esta exposición, combina trompe l’oeil con técnicas de la pintura contemporánea. A diferencia de lo que se espera de los artistas latinoamericanos (innovación temática) PseudoMero también se introduce en la innovación formal al combinar la línea dura y esquemática “hip” del arte callejero, y elementos de color sólido con una estética noventosa y el realismo de lo que podemos interpretar como una explosión. Aun así, no se escapa de la conversación político-poética que tiene la espectadora con la obra. “Sus afluencias de figuras diversas, textos y yuxtaposición de elementos gráficos de la cultura de masas y el arte, enfatizan la actividad del espectador como partícipe activo de la gesta creativa.” Mariel Quiñones Vélez En los dibujos de PseudoMero veo la sobrepoblación de los collages de Hannah Hoch, los personajes “indecentes” o los “costumbristas” de la pintura de Oller, los paisajes de Ordoñez, la tradición de Tufiño y Homar, el pasado y presente del artista como creador, su interés en el futuro político, cultural y educativo de su país. Hay también un conocimiento del pasado, de la historia del arte, del diseño, del dibujo y del grafiti, lo podemos notar por ejemplo en las numerosas tipografías, tradición puertorriqueña inaugurada en los talleres de la DIVEDCO, el CAP y el Instituto de Cultura Puertorriqueña que los diseñadores gráficos contemporáneos han continuado. Es por lo tanto una muestra que reconoce su pasado, lo que la hace contemporánea y que parte de lo personal para convertirse en universal. ___________________________________________________________________________

El observador blanco occidental solo mira al creador no-occidental para entenderlo dentro de sus prejuicios, para clasificarlo dentro de su exotismo, porque no hay conmensurabilidad entre ambas culturas, pero el creador, caribeño en este caso, no se lo hace fácil. El blanco occidental no busca comprender la profundidad del trabajo poético y filosófico de la artista caribeña, el pintor africano, la escritora suamericana, espera que la obra le explique lo más básico, la historia, las vivencias diarias, de las y los que vivimos en estos entornos. Pero eso es algo que cualquier observador debiera entender antes de acercarse a una obra de arte y no esperar a que la obra se lo explique, porque entonces, no comprenderá todo lo demás que la pieza tiene que ofrecer.