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Crescendo Elizam Escobar
Crescendo es una instalación que trata de hacer visible el paso del tiempo y abarca un periodode casi 20 años durante los cuales Elizam Escobar estuvo preso. EL eje de esta muestra es una secuencia de fotografías en el cual el espectador puede apreciar diacrónica-cronológicamente el crecimiento del hijo del artista desde los 6 a los 24 años de edad, del 1981 al 1999 (La ultima foto de la serie se tomó en septiembre de 1999, tras su excarcelación). Las fotos, reproducidas digitalmente y alteradas en tamaño, fueron tomadas en los salones de visitas de las distintas prisiones estatales y federales de los Estados Unidos donde su condena. Acompañan a esta bitácora fotográfica, representaciones del trabajo artístico producido en cada uno de esos años, creando una visión sincrónica de arte y vida personal, creación y pérdida. La instalación consiste también en una serie de dibujos realizados en prisión cuyo punto de partida son las rejas carcelarias. A partir de ellos el artista transmuta los barrotes no solo en dibujos de carácter abstracto sino también en obras tridimensionales y de medio mixto. El “crecimiento del tiempo”, de los sujetos y de las obras de arte son la evidencia misma de lo que sucedió como si fuera una película estática a través de una narrativa no-planificada en un espacio “especialmente arreglado” para disimular el mundo del encarcelamiento. Esta exposición es la combinación de una instalación previa, An Altar to US Demockery, realizada en 1992 mientras el artista aún estaba en prisión y exhibida en varias galerías de Chicago entre 1992 y 2006 y sus dibujos y obras tridimensionales de barrotes que anteceden y en algunos casos fueron hechos posterior a 1992. Una versión abreviada de la instalación fue exhibida en el Centro Cultural Hermanos Rivera en la Calle San Sebastián de Viejo San Juan (2014). Mediante la función de ambos trabajos se crea una incertidumbre temporal que hace difícil saber que vino antes y que después. Se trata de una especie de auto- intervención en la que el artista hace variaciones sobre su propio trabajo y realiza transparencias, alega documentos y reproducciones, alterando su escala y el contexto, y crea secuencias, series y obras digitales. El pie forzado de las fotos – las rejas carcelarias y la experiencia de la prisión imponen una atmosfera autobiográfica y política al conjunto, pero siempre a través de lo simbólico del arte como intercambio entre los espectadores y las obras.
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