Prevención del suicidio en el RUM
Por Kattia María Chico
kchico@uprm.edu
PRENSA RUM

miércoles, 10 de sept. de 2003

Casi un millón de personas alrededor del mundo se quitaron la vida en el año 2000. La muerte autoinfligida es la tercera causa de defunción entre los adolescentes y casi dobla la cifra de asesinatos entre la población de todas las edades en Estados Unidos. Un promedio de 300 suicidios ocurren cada año en Puerto Rico.

Estos datos fueron parte de la introducción a la conferencia “Enfrentándonos a la realidad del suicidio” dictada el martes, 9 de septiembre por el doctor Andrés Velázquez, psicólogo del Centro de Orientación del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM). La conferencia fue una de las actividades de concienciación que llevaron a cabo los departamentos de Orientación y Servicios Médicos, junto a las oficinas de Calidad de Vida y Enlace con el Personal -todos del RUM- para unirse al “Primer Día Mundial para la Prevención del Suicidio” convocado por la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Internacional de Prevención del Suicidio.

En su conferencia, Velázquez se centró en los mitos comunes con respecto al suicidio, las motivaciones que lo guían y cómo prevenirlo. A través de estadísticas dibujó el perfil del suicida más frecuente: un varón entre 20 y 39 años.



“De acuerdo con los datos de la Policía de Puerto Rico, entre el 1980 y el 2000 5,681 hombres y 624 mujeres pusieron fin a sus vidas. Esta notable diferencia entre géneros es un fenómeno que se repite en todas partes del mundo”, indicó a la vez que declaró la imposibilidad de fijar un número real puesto que muchos suicidios se reportan como accidentes automovilísticos o sobredosis de drogas.

El psicólogo describió las señales que delatan la intención de quitarse la vida. Entre ellos, señaló cambios de personalidad, aislamiento, regalar posesiones preciadas, falta de planes o metas para el futuro, preocupación por la muerte y en muchos casos la vocalización directa de su deseo, que suele ser recibida como una broma o interpretada como un modo de llamar la atención.

“El suicida quiere ser disuadido, por eso envía señales de auxilio que no podemos ignorar. Tenemos la responsabilidad de tomar en serio toda amenaza”, indicó.

El miércoles, 10 de septiembre, día internacional para la prevención del suicidio, se realizó una clínica de depresión en la arboleda frente a la Biblioteca General y en el Centro de Estudiantes hubo un cine-foro con la película What Dreams May Come.