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viernes, 17 de junio de 2011
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La misión principal del Campamento de Verano INME es motivar a estudiantes talentosas a estudiar Ingeniería Mecánica. |
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Lo que comenzó hace unos años como un singular campamento que pretendía motivar a estudiantes talentosas a considerar la carrera de Ingeniería Mecánica, así como romper estereotipos de que era una profesión para hombres, ha trascendido a un proyecto con resultados tan efectivos que incluso admitió, por primera vez, a un grupo de varones.
Parece contradictorio, pero el dato comprueba el éxito que ha logrado el Campamento de Verano INME, un esfuerzo que coordina desde el 2004 el Departamento de Ingeniería Mecánica (INME) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM). En su séptima edición, que se celebró desde el 30 de mayo hasta el 11 de junio pasado, se recibieron dos grupos de alumnos de grados 10 y 11 de escuela superior, integrados por 22 chicas y 22 varones en representación de 17 pueblos de Puerto Rico.
“El objetivo es dar a conocer la profesión. En el caso de las féminas nos interesa motivarlas para que estudien esa carrera. Es la primera vez que reclutamos a los varones porque también necesitan conocer lo que es la Ingeniería Mecánica de manera que se eliminen los estereotipos y evitar que escojan la carrera por las razones equivocadas”, precisó la doctora Lourdes Rosario, catedrática de INME y coordinadora del proyecto.
De hecho, la profesora admitió que aunque las estadísticas reflejan un aumento considerable en el número de mujeres que estudian esa disciplina, la meta es aumentar esa cifra aún más. Es por eso que las actividades del campamento están enfocadas además en relacionarse con profesionales exitosas en el campo que les sirvan de ejemplo a las futuras ingenieras.
De igual forma, la agenda incluye a lo largo de la semana una serie de conferencias, talleres, seminarios y actividades interactivas para aprender todo lo relacionado con las áreas que comprende INME, desde las Ciencias Termales, la Manufactura, los Biomateriales, la Bioingeniería y la Robótica, entre otras. Estas conferencias están a cargo de recursos que se desempeñan como profesores, estudiantes graduados y subgraduados del Colegio de Ingeniería del Recinto, por lo que les da una muestra a los jóvenes de lo que será su vida universitaria.
Una de las actividades más llamativas y preferidas por sus participantes, según relataron, es la construcción de robots con los juguetes Lego Mindstorms, en la que cada grupo debe crear y programar un modelo que en la competencia final recorra una trayectoria establecida sin salirse de la ruta.
Aparte del enfoque educativo, los jóvenes, quienes se hospedaron en la Casa de Retiro del Obispado de Mayagüez, disfrutaron de una semana intensa con otras experiencias extracurriculares, que incluyó eventos deportivos, visitas al cine, a la piscina y actividades de confraternización. Divididos en dos sesiones, una semana para féminas y la segunda, para varones, todos y todas cuentan con la supervisión de entre cuatro a cinco tutores, bajo el liderazgo de Nilsa París, encargada de ese componente del campamento.
De hecho, el entusiasmo era tan evidente que cuando Prensa RUM pidió voluntarios para expresar su opinión de la experiencia, una inmensa mayoría mostró su disposición. Casi todos coincidieron en que descubrieron una gran variedad de disciplinas que no se imaginaban que estuvieran relacionadas con la Ingeniería Mecánica, área por la que ahora se inclinan como carrera universitaria.
Una de las primeras que quiso compartir su vivencia fue Bianca Marie López Pagán, de la Escuela Bonifacio Sánchez Jiménez en Aibonito. A sus 16 años, la alumna aseguró que esta semana le fascinó y le ayudó a decidir su futuro académico.
“Estoy loca por entrar a este mundo que es bien diferente a lo que me imaginaba, ya que en la escuela superior uno está acostumbrado a otras cosas y cuando vienes acá te das cuenta que es otra realidad, que es estudiar más, enfocarse más y lograr lo que uno quiere”, expresó.
Otra estudiante que describió la experiencia como enriquecedora es Catherine Licastro Alvarado, de la Escuela Dra. Conchita Cuevas de Gurabo. La joven de 17 años se impresionó por la versatilidad de INME, un aspecto que le apasiona de esa rama de la Ingeniería.
“Todas las actividades me han gustado, pero la charla con las dos ingenieras, mecánica y química, de la Boeing fue muy motivadora porque son jóvenes que fueron alguna vez como nosotras y verlas en ese lugar donde están ahora después de adquirir tanto conocimiento aquí en el Colegio y en otras universidades… llegaron allá. Eso es lo que quiero, motivarme como ellas lo hicieron”, relató.
Los chicos tampoco se quedaron atrás a la hora de opinar. Josean Morales García, de la Escuela Lola Rodríguez De Tió en San Germán, está seguro de que el campamento le servirá para su próxima vida universitaria en la que definitivamente estará presente la parte de aerodinámica y la energía.
Por su parte, Víctor Vélez Padilla, del Colegio San Benito en Mayagüez, se visualiza en una rama más filantrópica. “Lo que más me ha llamado la atención es la Bioingeniería, tiene una combinación de crear para ayudar a la Medicina porque hay gente que no tiene piernas, ni brazos y esa rama crea nuevos inventos para que esa gente pueda moverse y tener las extremidades que le faltan”, contó.
Esta oportunidad fue posible gracias al auspicio que año tras año otorgan varias compañías y entidades, las que han asumido un compromiso para apoyar a los jóvenes talentosos puertorriqueños y al Colegio de Mayagüez. Así lo constató París, quien también tiene a su cargo la recaudación de fondos para realizar el esfuerzo. Algunas de las empresas colaboradoras son: Boeing, General Motors, Procter & Gamble, BP Industries y United Technologies, así como el Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico, Capítulo de Mayagüez y el College Access Grant Program.
Los jóvenes interesados en participar en este campamento el próximo verano deben visitar su página oficial.
Vídeo Reportaje  
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| Una de las actividades más llamativas es la construcción de robots que culmina con una competencia. |
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La agenda incluye una serie de conferencias, talleres, seminarios y actividades interactivas. |
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Catherine Licastro se impresionó por la versatilidad de disciplinas de INME. |
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Víctor Vélez se visualiza en una rama más filantrópica como la Bioingeniería. |
El grupo de 22 féminas junto a algunos profesores y tutores.
Los 22 varones se unieron a la iniciativa por primera vez.
Fotos por Carlos Díaz / Prensa RUM
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