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viernes, 20 de mayo de 2011
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El Cokí Racing Team fue lidereado por Elvin Vargas, quien destacó como clave el trabajo en equipo. |
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Un equipo constituido por doce estudiantes de los departamentos de Ingeniería Química (INQU) e Ingeniería Mecánica (INME) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), obtuvo el primer lugar en el Chem-E-Car Competition, que se realizó en Atlanta, Georgia. El Cokí Racing Team recibió el galardón durante la Conferencia Regional de la American Institute of Chemical Engineers (AIChE) durante el pasado mes de abril.
La competencia combina los conocimientos químicos y también de diseño de los alumnos, además de exigirles muchas horas de trabajo durante las que aprenden a trabajar en equipo. "Dedicación y ganas de aprender son claves para el éxito", reiteró Daniel Rivera, co- capitán del Cokí Racing Team.
Por su parte, Elvin G. Vargas explicó que el carro empleó la misma reacción química que la del modelo anterior, lo único que en esta ocasión decidieron utilizar un motor que está hecho completamente de Lego®, confeccionado por Ales Zorko en Eslovenia. Una vez recibieron el motor, comenzaron a trabajar en enero 2011 para competir en abril y estuvieron listos dos semanas antes del evento, tiempo que sirvió para calibrarlo.
De esta manera, el equipo que representó al RUM, se midió con equipos de 20 universidades del sureste de Estados Unidos, de entre los cuales, los primeros cinco lugares cualificaron para las competencias nacionales que se celebrarán entre octubre, en Minneapolis, MN. El equipo también se prepara para asistir a Seúl, Corea del Sur en el 2013. Será allá, en Asia, en donde el Cokí Racing Team defenderá su galardón de World Champions, distinción que obtuvo en Montreal, Canadá en el año 2009.
De acuerdo con el doctor Antonio Estévez, catedrático de INQU, los elementos de la competencia incluyen un afiche, una aplicación de seguridad y la competencia como tal.
"En el póster explican toda la parte técnica, los fundamentos del carrito con mucho detalle. En la parte de seguridad, desde el año 2006 en que hubo un incidente, las normas han sido muy estrictas desde entonces. Los jueces consideran las presiones altas, los riesgos de derrames de compuestos químicos durante la carrera y las emisiones de todo tipo", agregó.
Asimismo, el también consejero de la AIChE destacó que el logro obtenido es uno realmente impresionante, pues se trata de un modelo completamente nuevo.
"Las reglas de la competencia establecen que el carro debe cambiar cada año. A veces, son cambios menores; pero este año fue un carro completamente nuevo. Es impresionante, porque yo confiaba que al ser un carro nuevo, podríamos cualificar para la competencia nacional en un tercer, cuarto o quinto lugar. Para mi sorpresa, el equipo ganó primer lugar con este nuevo carro", admitió el catedrático.
"El Cokí Stroj debía arrancar y frenar por medio de una reacción química en la que utilizamos agua oxigenada que se descompone en agua y oxígeno mediante un catalizador. El oxígeno se guarda en altas presiones en el tanque de Gotcha, se guarda en un filtro y el motor tiene cuatro pistones en línea, lo que logra que se mueva el carro. Lo que mide la competencia es precisión, ya que una hora antes de la competencia es que le indican la distancia y el peso que debe tener el carro", describió Vargas, capitán del colectivo.
Asimismo, Rivera añadió que: "la meta de la competencia es que el vehículo corra en línea recta una distancia entre 50 a 100 pies con una carga de entre cero a 500 gramos de agua. Nosotros tenemos que llevar el carro calibrado a la competencia, con el conocimiento de Ingeniería, deducimos cuánto oxígeno necesitamos para alcanzar la distancia. Es un reto de precisión y exactitud. Si todo funciona como debe, llegamos a la meta y ganamos la competencia."
De otra parte, durante la presentación de afiches en los que se describe todo el proceso, el equipo del RUM se alzó con el tercer lugar al describir los aspectos de diseño y seguridad ante un panel de jueces.
Para los integrantes, esta experiencia también les sirve para aprender cómo ser un ingeniero. Además de competir, tienen que considerar riesgos de seguridad y estar listos para explicar cuál fue el trabajo. El equipo se dividió en distintos roles en los que se enfocaban en el arranque del carro, la reacción química que debe producirse y el detenerse justo cuando debe hacerlo. Por ejemplo, la cantidad de reactivo se midió contra el tiempo que se demora el carro en recorrer la distancia que se le indica. Es un reto de precisión, indicó Karen J. Guerrero, quien junto a William Arzola, se encargaron del aspecto químico del vehículo. De otra parte, el diseño a computadora recayó sobre Juan P. Meléndez, pero todos realizaron distintas tareas, como describió Rivera, cocapitán del grupo.
"Nosotros fabricamos el 90 por ciento de las piezas del carro. Nuestro corazón fue el motor, y de ahí salió el nombre: Cokí Stroj. 'Stroj' en esloveno significa máquina. Se trata de uno de los carros más eficientes que hemos creado. En años anteriores, otros tipos de motores o sistemas para mover el carro, no eran tan eficientes como este motor. Nuestro esfuerzo y dedicación han demostrado que son la clave del éxito", aseguró.
Sin lugar a duda, el triunfo fue producto del esfuerzo de sus integrantes. De INQU, compitieron: Karen J. Guerrero Medina, William Arzola Figueroa, Jeanmarie Colón Rivera, Elvin G. Vargas Irizarry (capitán), Annette Meléndez, Joshua León, Diego Rosso y Ricardo Jiménez. De INME, participan: Daniel Rivera Ramos (cocapitán) y Juan Pablo Meléndez, y Eddie Montes, de Ingeniería en Computadoras. Además, cuentan con un consejero subgraduado; Edwin Colón, del programa graduado de Ingeniería Civil; y el doctor Estévez.
Los auspiciadores del Cokí Racing Team son: del RUM: la oficina de Colocaciones, y el Plan COOP; además de: Lockheed Martin, BP, Boeing, Merck y Exxon Mobile.
El Cokí Racing Team está compuesto por doce estudiantes de INQU e INME del RUM. Les acompaña su consejero, el doctor Antonio Estévez.
El Cokí Stroj tiene un motor hecho completamente de Lego® y es propulsado por una reacción química.
Fotos: Carlos Díaz / Prensa RUM
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