La conferencia sirvió para concienciar acerca del valor de la información y cómo prevenir cualquier tipo de espionaje.

Con el propósito de orientar a los estudiantes y profesores acerca de las alternativas disponibles para proteger la información, el Centro de Innovación Tecnológica, adscrito a la Facultad de Administración de Empresas del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) llevó a cabo la conferencia Counter Intelligence Awareness. La actividad fue organizada por la doctora Aury Curbelo y contó como recurso con la agente especial Jessica Engler, quien está a cargo del Programa de Counter Intelligence Partnership with Universities del Negociado de Investigación Federal (FBI, por sus siglas en inglés).

“El propósito de la actividad fue crear conciencia sobre el valor de la información y discutir medidas de prevención, a la vez que se comienzan a abrir puertas de colaboración con el FBI para orientar y capacitar a estudiantes y profesores en el área de seguridad en informática”, explicó Curbelo.

Según explicó la agente Engler, debido a la existencia de industrias farmacéuticas en la Isla, Puerto Rico es un blanco fácil para la apropiación ilegal de material clasificado. Al mismo tiempo, las iniciativas de biociencias e ingeniería con las que cuenta la Universidad de Puerto Rico, especialmente el RUM, hacen de la Institución un lugar vulnerable. De ahí, la importancia de conocer las alternativas de counter intelligence o contraespionaje.

“El Recinto es líder en el desarrollo de patentes en el País. Existe gran interés en robar las fórmulas secretas que los demás desarrollan”, precisó la agente.

La experta indicó que el material no necesariamente tiene que estar impreso, ya que en los casos que han identificado, también se trata de activos intangibles. Todo depende de cuán abiertas están las investigaciones.

Entre las ventajas del contraespionaje se encuentran: la prevención de armas, protección de información valiosa, propiedad intelectual y hasta promueve el avance de capital.

Engler discutió el caso de los diez espías arrestados recientemente, quienes después de trabajar durante quince años para el Gobierno de los Estados Unidos, también laboraban como espías para los gobiernos de Rusia, Uruguay y Canadá.

“Es importante estar atentos a las preguntas que estas personas hacen. Puede que soliciten información que vaya en contra de los protocolos establecidos y hasta participen en universidades y asociaciones. No se trata de que estemos paranoicos, sino alertas”, enfatizó.

Estas estrategias permitirán prevenir antes de que ocurra cualquier tipo de incidente. Para ello, el FBI cuenta con funcionarios como Engler, dedicados a servir de enlace entre las instituciones educativas y el Negociado.