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viernes, 17 de diciembre de 2010
Con el propósito de explorar la Reserva Natural de La Boquilla de Mayagüez, los recursos que ésta ofrece, así como su importancia, la Alianza Ciudadana Redescubriendo el Caño Boquilla (ACREB), junto al Municipio de Mayagüez, llevaron a cabo un Festival Eco-amistoso con el mismo nombre, el pasado domingo, 5 de diciembre.
El Festival fue un popurrí de diversas actividades educativas y recreativas, en las que voluntarios de varias entidades, entre estas el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), realizaron charlas sobre flora y fauna, demostraciones, exhibiciones, venta de artesanías, paseos en bicicleta, recorridos a pie por el Caño Boquilla, un torneo de pesca y presentaciones artísticas. También, se efectuaron actividades previas al festival, como limpiezas de la playa, reciclaje, recogido de escombros y pintura de un mural en el puente del Caño La Boquilla.
“Lo que buscamos con el Festival fue retomar el tema de la Reserva Natural Caño Boquilla y resaltar su importancia a través de tres componentes principales: educación, recreación y cultura. Los temas de todas las conferencias estuvieron basados en estos tres componentes y enfocados en el área de la Boquilla y de Sabanetas-Maní,” indicó la doctora Ana Navarro, especialista en calidad de agua del Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico.
A través de esta actividad, se logró aunar esfuerzos provenientes de diversas organizaciones agrupadas bajo la Alianza Ciudadana Redescubriendo El Caño Boquilla (ACREB). Entre éstas se destacan: el Programa Sea Grant, Campus Verde, Instituto Universitario de Desarrollo Comunitario, el Centro de Transferencia de Tecnología y Transportación, y el Departamento de Biología, todas con sede en el RUM. También forman parte: el Municipio de Mayagüez, el Laboratorio de Investigaciones Pesqueras del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, C.R.E.C.E.M.O.S., Inc., Mayagüezanos por la Salud y el Ambiente, Movimiento Mayagüez Pro del Desarrollo del Oeste, y Ride a Bike.
El Caño Boquilla fue declarado Reserva Natural en el año 2001. El mismo es un paraje natural compuesto por manglares y por un bosque de pantano estuarino. Allí habita una gran variedad de aves, reptiles, anfibios, peces, moluscos, mamíferos y crustáceos. Algunas de estas especies están protegidas o en peligro de extinción, como por ejemplo, el carey de concha y el tinglar. Otras especies poseen un gran valor comercial y recreativo. Además, la reserva alberga yacimientos arqueológicos indígenas.
Por tales razones, resulta imprescindible para el ACREB, que la comunidad conozca la existencia y el valor de estos recursos, comprenda la necesidad de protegerlos y de realizar actividades que vayan de la mano con estos intereses, explicó la doctora Navarro.
Por otra parte, la doctora Sandra Cruz Pol, directora de Campus Verde expresó que la actividad cumplió con los objetivos de la entidad que dirige, de educar a la comunidad acerca de cómo vivir en armonía con el planeta.
“Nos involucramos desde el principio para asegurarnos que todo se llevaba a cabo con el impacto ecológico mínimo posible. Por esta razón, se decidió llamar sólo a artesanos que usaran materiales sustentables, no vender botellas de agua, tener a la venta camisas de algodón orgánico, charlas relacionadas, exposiciones, y claro, mostrarle a la gente las bellezas naturales con las que cuenta Puerto Rico; en este caso, dar a conocer la reserva marina del Caño Boquilla como alternativa de paseo familiar”, explicó.
Cabe destacar que para la comunidad, el Festival fue una oportunidad de involucrar a los residentes de Sabanetas-Maní en una iniciativa ambiental. También, la actividad permitió fomentar el sentido de pertenencia que poseen las personas con relación a la Reserva.
“Hay personas que viven en el mismo barrio que no saben que tenemos un lugar tan bonito con tanta biodiversidad. Queremos concienciar a las personas sobre la importancia de cuidar la reserva,” comentó Dujardín Sojo, líder comunitario del Barrio Maní y miembro del grupo C.R.E.C.E.M.O.S., Inc., entidad que estuvo involucrada en la organización y en la logística de la actividad.
La diversidad de recursos naturales ofrece una amplia gama de oportunidades económicas, recreativas y turísticas que van a la par con la conservación y el uso sustentable de los estos recursos. El Festival fue tan solo el inicio de una gran cantidad de actividades que se pueden llevar a cabo en la Reserva, expuso la doctora Julia Mignucci, profesora jubilada del Colegio de Ciencias de Agrícolas del RUM y miembro de Mayagüezanos por la Salud y el Ambiente.
“Vi allí un eje económico importante para las comunidades aledañas. Hay que rescatar la actividad del mar, reconocer los recursos y aprovecharlos y realzar el turismo de naturaleza. La actividad ha dado paso a formular planes futuros tales como el desarrollo de un centro de información y de proyectos que involucren a las escuelas y a las personas mayores de la comunidad”, puntualizó.
Alexis Rivera, ilustrador de Sea Grant, pinta parte de lo que será el mural en el punte del Caño Boquilla.
La actividad incluyó un torneo de pesca organizado por el Laboratorio de Investigaciones Pesqueras del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales.
Oliver Bencosme, de Sea Grant ofreció una demostración de paddle board en el Caño Boquilla.
Durante la actividad también se llevó a cabo una bicicletada.
Fotos suministradas
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