Los planteamientos universitarios de la generación del 30
Los planteamientos universitarios de la generación del 30
Por Rebecca Carrero Figueroa
rebecca.carrero@upr.edu
PRENSA RUM

viernes, 29 de octubre de 2010

Un grupo de profesores de los departamentos de Estudios Hispánicos y Ciencias Sociales del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) constituyó un panel para examinar los planteamientos de la Generación del 30 que consideró la situación de la Universidad de Puerto Rico (UPR) de entonces. La actividad, denominada La Universidad y la Generación del 30: ¿Una historia del presente?, sirvió para conversar acerca de los problemas que actualmente enfrenta la centenaria institución y cómo los intelectuales de la época forjaron la visión de la Universidad.

El grupo estuvo compuesto por las profesoras de Estudios Hispánicos: Carmen M. Rivera Villegas, Jacqueline Girón Alvarado y Maribel Acosta Lugo. Del Departamento de Ciencias Sociales también participaron: José Anazagasty Rodríguez, Mario R. Cancel Sepúlveda y Aníbal J. Aponte Colón. Esta no es la primera vez que trabajan juntos, ya que colaboraron en la redacción del texto Las vanguardias de Puerto Rico.

En esta ocasión, los catedráticos se propusieron estudiar las principales figuras de la Generación del 30, aparte de Antonio S. Pedreira, por lo que escogieron a: Emilio S. Belaval, Margot Arce de Vázquez, Vicente Géigel Polanco y Jaime Benítez. Su principal planteamiento consistió en que desde la UPR como escenario, cada uno de estos intelectuales puertorriqueños discutió los cambios y problemas sociales de la época.

Para la doctora Rivera Villegas, el esfuerzo consistió en un intento de rescatar los textos que la crítica ha olvidado.

“Tenemos que revisar esa Generación, por todo lo que ellos concibieron en torno a la Universidad, porque la Universidad, aunque se funda en el 1900, se gesta en términos de estructura, en la década del 30. Habrá una confluencia de ideas, unas preocupaciones en común”, aseguró.

De acuerdo con Rivera, entre los acontecimientos que rodearon el surgimiento de la UPR, se encontraban conflictos huelgarios, quejas sobre las pobres condiciones para la enseñanza, de parte de Antonio S. Pedreira y Concha Meléndez; la creación del Departamento de Estudios Hispánicos, y la fundación de la revista Índice.

“Estos intelectuales buscaron responder las preguntas sobre la identidad nacional y sus respuestas produjeron la más articulada, rica y divergente de las ideologías sobre la nacionalidad puertorriqueña hasta el momento. Además, el más polémico y examinado de los proyectos educativos en nuestro País: la Universidad de Puerto Rico”, señaló Rivera.

Para conocer el contexto histórico en el que convergieron estos autores, el doctor Cancel discutió las consecuencias de que para el siglo XVIII, Puerto Rico no contara con una universidad.

“Debido a que el imperio español privó a Puerto Rico de la experiencia universitaria, nuestros intelectuales se formaron en el extranjero. Posteriormente, con el surgimiento de la UPR, y su intención de producir maestros, los estudiantes que ingresan a ella son jóvenes maduros con la meta de fundar una identidad nacional”.

Uno de esos jóvenes universitarios fue Emilio S. Belaval. La doctora Girón señaló que las interpretaciones que Belaval ofrece en sus Cuentos de la Universidad incluyen una denuncia de que la Universidad no es del País, sino, exótica.

“Para él, tanto las clases como la arquitectura de la Universidad representaban adentrarse en un lugar que no es Puerto Rico. Y es que allí se decide quiénes son puertorriqueños y quiénes son yanquis. En la Universidad se construye el mismo ambiente ideológico que hay en la Isla: aquellos que reafirman su puertorriqueñidad y los que la rechazan”, reiteró.

Como producto de su estudio, la catedrática enfatizó que para Belaval, la Universidad es la gente, sus estudiantes, y el recinto en el que estos afirman su identidad nacional.

“Para Belaval, la Universidad escenifica los conflictos más apremiantes de la clase social de criollos intelectuales y profesionales del siglo 20: puertorriqueños y yanquis. Su llamado era a defender la Universidad”, señaló la catedrática.

De la misma manera, la labor de Margot Arce de Vázquez resultó fundamental para el desarrollo del conversatorio. De acuerdo con la doctora Acosta, para Arce “la formación universitaria debía contribuir al análisis crítico de la sociedad, de la realidad de su país y denunciar la injusticia, la corrupción e imperfección de las estructuras sociales donde se manifiesta y de promover el cambio favorable”.

Fue, precisamente por medio del ensayo y basada en Las siete partidas de Alfonso X el Sabio, que Margot Arce de Vázquez construyó su filosofía que consistió en un examen profundo de la idiosincracia puertorriqueña.

“La doctora Arce recomendó que se fortalecieran las áreas existentes, que se ampliara la labor investigativa, pidió laboratorios y centros de investigación. Asimismo, hizo un llamado a que los padres permitan que sus hijos maduren”, precisó.

De hecho, Arce de Vázquez fue la primera profesora que se dirigió a un grupo de estudiantes durante los actos de graduación en 1964, en la UPR.

De otra parte, el doctor Anazagasty habló acerca de Vicente Géigel Polanco, otro de los intelectuales del treinta, quien señaló que el verdadero espíritu universitario se encontraba ausente.

“El problema de la Universidad es que es incapaz de transformar. Los estudiantes no reciben cultura, sino instrucción profesional sin otras nociones ni ideales… Se trata de graduandos con el alma a medio hacer”, apuntó.

Por esto, el llamado de Géigel Polanco consistía en que la UPR debía desarrollar una visión estratégica.

“El quehacer universitario debe transformarse por medio de la autonomía universitaria. La universidad debía ser una institución de cultura al servicio del pueblo, un agente socializador, con nobles preocupaciones”, reiteró.

Para el catedrático de Ciencias Sociales, la obra de Géigel plantea la pregunta: “¿qué nos dice el problema universitario de la historia del presente?”

Finalmente, la figura de Jaime Benítez se destaca dentro de esta generación. El doctor Aníbal Aponte destacó que desde sus escritos, Benítez desea una sociedad puertorriqueña en equilibrio. Al igual que Géigel Polanco, este veía la reforma universitaria como alternativa para rescatar al individuo.

Con una gran participación de los asistentes, estos profesores demostraron que desde sus orígenes, la Universidad de Puerto Rico ha sido el escenario desde donde se discuten los problemas que aquejan a la sociedad puertorriqueña. Las aulas de la Institución, sobre todo, las cátedras de Estudios Hispánicos, han sido pilares en estas discusiones, de acuerdo con los estudiosos.

El conversatorio estuvo a cargo de catedráticos de los departamentos de Estudios Hispánicos y Ciencias Sociales del RUM.
El conversatorio estuvo a cargo de catedráticos de los departamentos de Estudios Hispánicos y Ciencias Sociales del RUM.

El conversatorio demostró que la UPR ha sido el escenario para discutir los problemas que aquejan a la sociedad puertorriqueña.
El conversatorio demostró que la UPR ha sido el escenario para discutir los problemas que aquejan a la sociedad puertorriqueña.

Fotos suministradas