Colegiales para toda la vida
Colegiales para toda la vida
Por José M. (Pepe) García Ressy

josem.garcia@upr.edu
Especial para PRENSA RUM

viernes, 20 de agosto de 2010

El ingeniero Santiago Quesada dio la bienvenida a los participantes del 60 aniversario de la clase de 1950.
El ingeniero Santiago Quesada dio la bienvenida a los participantes del 60 aniversario de la clase de 1950.
Son unos colegiales muy especiales. Tal vez por eso se hacen llamar “la clase entusiasta del ayer, hoy y siempre”. Ya han transcurrido seis décadas desde que se graduaron del otrora Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas (CAAM). Se trata de la clase del 1950, cuyos miembros celebraron, entre música, recuerdos y, sobre todo, un gran espíritu colegial, el sexagésimo aniversario de su graduación.

“Han transcurrido 60 años de habernos graduado del CAAM en Mayagüez. Este lapso de tiempo ha sido recompensado por los muchos logros que individual y colectivamente nuestra clase ha tenido”, sostuvo Alfredo Casta Vélez, presidente de la Asociación CAAM 50.

En la actividad, participaron 38 egresados de la sexagenaria clase, acompañados de amigos y familiares, en un encuentro en el que las “anécdotas no paraban”, según relató, por su parte, el ingeniero Santiago Quesada, presidente emérito de la clase.

“Entre los de la clase y los acompañantes, reunimos aproximadamente 100 personas. En los diecisiete años de existencia de nuestra asociación, es la mayor cantidad de personas que hemos tenido en una actividad de CAAM 50. La verdad fue que el 60 aniversario nuestra clase resultó en un gran acontecimiento”, dijo Quesada.

Los emotivos encuentros entre los compañeros, algunos de los cuales no se habían visto en décadas, los gratos recuerdos, las anécdotas y las bromas que evocaban con picardía los graduados, sentaron la tónica alegre y bulliciosa de la reunión.

“El acontecimiento estuvo pletórico de añoranzas de años viejos. Es como la vida misma. En él, vislumbramos la juventud, el habernos graduado del Colegio, prodigio de un futuro de muchas esperanzas, nuestro profesionalismo, el advenimiento de nuestros hijos, sueños de crecimiento…. En la ancianidad, el regocijo, en contraste con los años mozos, nos da vida, reconoce nuestras debilidades, sonriendo a ellas en desdén de tiempo pasado”, reflexionó, por su parte el ingeniero Roberto Torres Zayas.

De hecho, como parte de la singular ceremonia, estos colegiales de todos los tiempos desfilaron y así recordaron aquel 5 de junio del 1950, en el que obtuvieron sus grados del Colegio de Mayagüez. Así demostraron, según expresó Quesada, “que los octogenarios del 50 aún saben desfilar alegres y orgullosos”.

“Y claro… no podía faltar el bizcocho verde y blanco, con el que los colegiales del 50 sellamos la celebración del aniversario de platino de nuestra graduación, haciendo el compromiso firme de volver a encontrarnos, con el favor de Dios”, concluyó emocionado el ingeniero Quesada. La especial ceremonia se llevó a cabo en el Club de Leones de Bayamón.

La sexagenaria clase se graduó del otrora CAAM el 5 de junio de 1950.
La sexagenaria clase se graduó del otrora CAAM el 5 de junio de 1950.

La actividad concluyó con el tradicional corte de bizcocho que, por supuesto, era blanco y verde.
La actividad concluyó con el tradicional corte de bizcocho que, por supuesto, era blanco y verde.

El ingeriero Santiado Quesada le muestra a un joven la Aristotelia de esa época.
El ingeriero Santiado Quesada le muestra a un joven la Aristotelia de esa época.

Fotos suministradas