|
|
|
viernes, 26 de febrero de 2010
Caminante son tus huellas el camino y nada más
Caminante no hay camino, se hace camino al andar
Al andar, se hace camino, y al volver la vista atrás
Se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar
Caminante no hay camino, sino estelas en la mar.
Antonio Machado
|
 |
|
Detalle de la ventana original de la casa de caminero en la Carr. 15 de Cayey. |
|
|
El hogar de los camineros, obreros puertorriqueños que mantenían y cuidaban las principales vías de la Isla para finales del siglo XIX y principios del XX, es el tema de investigación de la más reciente publicación en línea del prolífico escritor y catedrático de Biología del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), doctor José Antonio Mari Mutt.
Nuestras casillas de camineros es un viaje virtual a través de la supercarretera de la información en línea que transporta a los lectores a las vías de tránsito del Puerto Rico de hace dos siglos. Estas carreteras eran custodiadas por los peones camineros, quienes habitaban en las casas o casillas ubicadas aproximadamente cada seis kilómetros a lo largo de la calle.
Las estructuras fueron diseñadas por ingenieros españoles -los más conocidos para aquel momento fueron Raimundo Camprubí y Manuel Maese-, quienes enaltecieron su preferencia por la simetría en cada uno de los trabajos de construcción de la época, entre los que también se incluyen los faros. Las casillas no fueron la excepción, ya que se diseñaron y construyeron en su mayoría a partir de 1875 para albergar a dos camineros con sus respectivas familias.
Así lo explicó a Prensa RUM el doctor Mari Mutt, durante una visita a la casilla ubicada detrás de la Urbanización Valle Hermoso en Hormigueros.
“Aquí vivían dos camineros con sus familias. Uno sería responsable de tres kilómetros hacia Mayagüez y el otro de tres kilómetros hacia San Germán. Y los dos tenían que recorrer su tramo, un día sí y uno no, y cualquier problema que ellos detectaran en la carretera, ellos podían arreglarlo inmediatamente y mantener la carretera en buenas condiciones”, indicó.
Agregó que las edificaciones eran de piedra caliza y ladrillos, mayormente de forma rectangular, pero de cuatro estilos diferentes, enumerados por el autor.
El estilo uno fue el que distinguió a las casillas ubicadas a lo largo de la Carretera Número 1, entre las afueras de Caguas y la entrada de Cayey, y desde Aibonito hasta Juana Díaz. Estas se destacaban por estar empañetadas y por su cornisa, que no daba la vuelta completa a la estructura. En el estilo dos, que precisamente destacaba a las casillas localizadas en la Carretera Número 2, contrario al estilo uno, las cornisas daban la vuelta a la estructura completa y el marco de sus puertas era recto. Mientras, el estilo 3 de las viviendas, ubicadas en la Carretera Número 1 entre Caguas y Río Piedras, es el más diferente de los otros estilos, ya que fueron las únicas cuadradas destinadas a un solo caminero y su familia. El cuarto estilo, ubicado en las casillas a lo largo de la Carretera 15 -antes Carretera 4-, de Cayey a Guayama, puede ser reconocido por la presencia de dos puertas de entrada, una para cada vivienda, y por contar con un volumen adicional en cada extremo del edificio que ventila al exterior por un hueco circular.
Las características que compartían las estructuras eran la simetría, la funcionalidad y que fueran estéticamente agradables.
“Eso era un punto bien importante en aquel tiempo, que el edificio fuera simétrico y que fuera agradable a la vista de los ingenieros”, sostuvo.
El investigador explicó que para el año 1919 en la Isla había 47 casillas, de las que aún quedan 26, algunas de ellas clausuradas y en ruinas como las del segundo estilo de Hormigueros y del RUM, esta última localizada cerca del antiguo campo atlético, a orillas del Boulevard Alfonso Valdés. Otras aún son destinadas al uso residencial por descendientes de camineros y algunas han sido remodeladas como la casa de descanso del Gobernador de Puerto Rico en Jájome en el pueblo de Cayey, así como las que se han convertido en escuelas y hasta en centros culturales.
A juicio de Mari Mutt, las centenarias casillas de camineros que sobreviven los embates del tiempo y la modernización -y que en la actualidad están bajo la jurisdicción del Departamento de Transportación y Obras Públicas- deben ser conservadas porque forman parte de nuestro patrimonio cultural y para el disfrute de futuras generaciones.
Mari Mutt Press
 |
|
| Esta casilla en Jájome en Cayey es la residencia veraniega del Gobernador de Puerto Rico. |
|
|
|
La presentación de la obra se realizó en el mes de enero y tuvo como escenario la Colección Puertorriqueña de la Biblioteca General del RUM. La misma estuvo a cargo del doctor Mario Núñez Molina, quien es un admirador confeso de la obra de Mari Mutt, del que dijo le unían su interés por la educación a distancia y su pasión por el trabajo.
Durante su ponencia, el conocido blogfesor precisó que el más reciente trabajo en línea del biólogo “está dirigido al rescate de nuestra memoria colectiva” al igual que sus obras anteriores. “Más aún, están enmarcados en la poderosa idea de que la memoria es lo único que puede vencer a la muerte y al tiempo”, agregó.
Además, el doctor Núñez Molina recalcó la importancia de las publicaciones digitales del biólogo, trabajos que agrupó bajo la singular denominación de Mari Mutt Press. Y es que Nuestras casillas de camineros es la quinta publicación en línea del investigador. En el año 2009, en Faros de Puerto Rico describió las condiciones actuales de estas estructuras en la Isla. En el 2008, el objeto de estudio fueron los Árboles del Recinto Universitario de Mayagüez, un inventario del maravilloso verdor colegial, que luego amplió para incluir las palmas colegiales. En 2007, publicó una guía de las maderas que usan los artesanos puertorriqueños y los árboles que las producen bajo el nombre de Maderas de Puerto Rico. Todas fueron antecedidas por el Manual de redacción científica que publicó en 1998.
La presentación de la más reciente obra digital de Mari Mutt fue moderada por la doctora Mariam Ludim Rosa, directora de la Oficina de Prensa del RUM.
La historia e impresionantes fotos, tomadas por el autor, de Nuestras casillas de camineros están disponibles a través de http://casillaspr.info. Allí será parte del camino de este investigador colegial de infinita curiosidad y desprendido intelecto.
Vídeo Reportaje
Ubicada en la Carr. 14 en Coamo, esta casa de caminero es hoy una residencia privada.
Localizada frente al Recinto de Cayey de la Universidad de Puerto Rico, esta alberga el Centro Cultural Miguel Meléndez Muñoz.
Esta se encuentra en la Carr. 2 en Bayamón en estado de abandono.
Esta casilla en ruinas se encuentra en la Carr. 123, cerca de la planta de cemento de Ponce y lleva muchas décadas abandonada.
Esta es la única casilla que fue diseñada para un solo caminero y su familia. Su estructura es cuadrada y está localizada en la Carr. 8834 de Guaynabo.
Vista posterior de la casa en la Carr. 14 de Cayey.
Cuando se amplió la carretera, la casilla del RUM fue levantada y trasladada hacia atrás para evitar su demolición.
Fotos del libro Nuestras casillas de camineros por José Antonio Mari Mutt.
La presentación de la quinta publicación en línea del Dr. Mari Mutt se llevó a cabo en la Biblioteca General del Recinto.
El Dr. Mario Núñez Molina recalcó la importancia de las publicaciones digitales del Dr. Mari Mutt, trabajos que agrupó bajo la singular denominación de Mari Mutt Press.
La Dra. Mariam Ludim Rosa fungió como maestra de ceremonias de la presentación del libro.
Fotos Carlos Díaz / Prensa RUM
|
