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viernes, 22 de enero de 2010
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Los estudiantes colegiales se han desbordado en ayuda para recolectar alimentos, agua y artículos de primera necesidad para los afectados en el terremoto de Haití. |
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Dijo una vez el célebre pensador cubano José Martí que ayudar al que lo necesita no solo es parte del deber, sino de la felicidad, por lo que para cumplir con lo que forma parte de su misión con la sociedad puertorriqueña y con el mundo, el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) se unió a las decenas de organizaciones que buscan mitigar el dolor que vive el pueblo de Haití al establecer un centro de acopio al costado del Gimnasio Ángel F. Espada.
El esfuerzo, que se realiza a raíz del terremoto acaecido la pasada semana en el hermano país caribeño, se lleva a cabo junto con el Consulado Dominicano en Puerto Rico, la Casa Dominicana del Oeste y la empresa Ferries del Caribe.
“Como ustedes saben, el pueblo de Puerto Rico y el Recinto Universitario de Mayagüez es un pueblo que se desborda en el momento de dar ayuda a los necesitados y nosotros queremos facilitar esa ayuda proveyendo este centro de acopio no solamente para los empleados, para los profesores, para los estudiantes del Recinto, sino también para la comunidad que quiera aportar”, expresó el rector interino del RUM, doctor Jorge Rivera Santos.
Por su parte, el vicecónsul de la Republica Dominicana en Puerto Rico, Nicómedes Pérez Duvergé, explicó que el centro de acopio comenzó a funcionar el viernes, 15 de enero y que ya dos vagones con alimentos, ropa, medicinas, así como otros artículos de primera necesidad habían sido transportados, con la coordinación del Municipio de Mayagüez hacia Jimaní, ciudad fronteriza y principal puerta de entrada y salida hacia Puerto Príncipe, capital haitiana devastada por el terremoto.
“(El furgón) llega desde Mayagüez a través del Ferry a Santo Domingo y de Santo Domingo a Jimaní. Ahí se le entrega a la Cruz Roja para que disponga su distribución en el hermano pueblo haitiano”, explicó. El Vicecónsul dominicano negó, además, que la gran cantidad de centros de acopio establecidos a través de todo Puerto Rico duplique los esfuerzos de ayuda a los haitianos, ya que la tragedia ha sido de proporciones gigantescas.
Mientras, Gretel Santana Brito, de la Casa Dominicana del Oeste, aseguró que la ayuda ha llegado de todos los sectores y fueron los estudiantes colegiales los primeros en llevar su aportación.
“Lo más que me gustó fueron los estudiantes porque cada uno venía con una latita, porque los estudiantes no tienen muchos recursos, pero ellos, de sus recursos y de todas sus comiditas que tienen en la casa, toditos venían y traían una latita, una lata de leche, una lata de agua, lo que sea, pero cooperaron todos”, apuntó.
De acuerdo con el decano interino de Administración del Recinto, licenciado Ángel Matos Flores, un tercer contenedor ya se encuentra en el centro de acopio en espera de recibir los donativos. Este opera desde las 9:00 de la mañana hasta las 7:00 de la noche y recibirá alimentos no perecederos, agua en botellas pequeñas, medicinas, artículos de primera necesidad, casetas de campaña y carpas hasta el domingo, 24 de enero.
Contrario a otros, el centro de acopio colegial acepta ropa entre los artículos donados y “todo lo que ustedes crean que pueda servir para aliviar el dolor del pueblo haitiano, será bien recibido”, según sostuvo el Vicecónsul dominicano en Puerto Rico.
También, el Rector interino aprovechó la ocasión para recordar la campaña de recaudación de fondos iniciada por la Oficina del Presidente Interino de la Universidad de Puerto Rico, doctor Miguel A. Muñoz, a través de una cuenta en el Banco Popular con el número 030688019. La cuenta está abierta para recibir donaciones de parte de la comunidad universitaria, así como del público general.
Completamente destruido
Y el dolor es uno inimaginable, a juicio de Gabino Soto, un misionero puertorriqueño, quien se encontraba en la capital haitiana cavando pozos para suplir agua potable a los habitantes de la región al momento de ocurrir el sismo.
“Cuando eso empezó a temblar, eso es como aquellas hojas que se están moviendo, usted ve que el aire le da así (mueve una mano de izquierda a derecha), así se movía aquello. Los vehículos hacían de esta manera (junta ambas manos y las mueve de lado a lado) que casi se pegaban unos con otros. La máquina de igual manera se quería salir de sitio. Cuando miramos así, los edificios hacían wip, wip, wip, (choca sus manos de arriba abajo) todos pa’l piso”, describió para Prensa RUM el religioso natural de Añasco.
Soto, quien relató que la labor de cavar los pozos se realizó en un área sin edificios “como un campo bien grande” -lo que hizo que otros compañeros y él sobrevivieran, ya que los dos hoteles donde se habían quedado en días anteriores también colapsaron- manifestó que Puerto Príncipe “está completamente destruido”.
“Te digo más, toda la gente está durmiendo en la calle. Días después, dimos la vuelta en un sector no muy grande y conté alrededor de 150 muertos (tirados en las calles)”, indicó.
“(El cadáver de) una niña, que la tengo grabada en mi mente, que la pusieron en los piecitos de la mamá, las dos ahí, una encima de la otra, eso daba pena”, añadió el misionero visiblemente afectado.
Por ello Soto, quien no descartó la posibilidad de regresar en un futuro al vecino país para continuar con su desempeño como misionero de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, exhortó a toda la comunidad del Oeste a unirse a la lucha por la reconstrucción de Haití.
Coincidió con él, Bryan Paul Thomas, uno de los nueve estudiantes haitianos del Recinto, quien agradece toda la ayuda que llega de todas partes del mundo, en especial de los puertorriqueños, para con sus compatriotas.
“Es un pueblo bien cariñoso y bien solidario”, precisó.
Natural de Puerto Príncipe, el estudiante de tercer año de Ingeniería Química, cuya familia no sufrió daños mayores durante el suceso, aseguró que tiene fe que su pueblo, al igual que el ave fénix renacerá de entre las cenizas.
“Ahora mismo el país está destruido por completo, pero yo sí tengo fe que con toda la ayuda que viene del extranjero, que podemos resurgir el país otra vez, yo tengo fe en eso”.
Vídeo Reportaje
La Tropa 39 de los Niños Escuchas de América, adscrita al RUM y liderada por Carlos Díaz de Prensa RUM, también dijo presente y brindó su ayuda durante el acopio.
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El vicecónsul de la República Dominicana en Puerto Rico, Nicómedes Pérez Duvergé, explicó que los contenedores con los alimentos y productos se le entregarán a la Cruz Roja en la ciudad fronteriza de Jimaní. |
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El centro estará abierto hasta el domingo, 24 de enero según informó el rector interino del RUM, doctor Jorge Rivera Santos. |
Fotos Carlos Díaz / Prensa RUM
Gabino Soto, misionero puertorriqueño que se encontraba en la capital haitiana al momento de ocurrir el sismo.
Bryan Paul Thomas, uno de los nueve estudiantes haitianos del Recinto, agradeció toda la ayuda que llega a sus compatriotas.
Fotos Samuel Crespo / Circuito Cerrado TV
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