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jueves, 5 de noviembre de 2009
El Instituto Universitario para el Desarrollo de las Comunidades (IUDC) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), recibió el premio Merck Health Innovation Award en la categoría de innovación educativa en el área de salud.
La propuesta del Instituto, que resumía su labor en el desarrollo de acueductos y huertos comunitarios para mejorar la calidad de vida y salud de los residentes de esos lugares, fue distinguida entre más de 60 proyectos, al lograr el galardón que incluye un donativo de 10 mil dólares.
“Recibir este premio nos brinda una gran satisfacción de que lo que estamos haciendo se reconoce y es lo que hay que hacer. Llevamos mucho tiempo colaborando con comunidades y esto es una forma de reafirmar nuestra motivación para continuar con el trabajo”, sostuvo el doctor Francisco Maldonado, quien junto al doctor Carlos Ríos, participó de la ceremonia de premiación.
De hecho, según comentó, Merck los tomó por sorpresa al invitarlos a la premiación y en ese momento anunciarles que eran ganadores. “Más que el donativo, es la satisfacción de que han visto nuestro proyecto y lo han reconocido como uno innovador en la educación”, agregó.
Por su parte, la profesora Luisa Seijo Maldonado, directora del Instituto, explicó que en la propuesta destacaron los proyectos realizados en la comunidad Humatas en la región de Añasco-Moca; y en los sectores de Playas y Rubias en Añasco y Yauco, respectivamente. En estas comunidades, grupos interdisciplinarios de estudiantes y profesores han trabajado en el manejo de acueductos comunitarios y en la siembra de huertos.
“Son dos enfoques diferentes, pero que coinciden porque la meta es que la salud y la calidad de vida lleven a su calidad máxima”, sostuvo Seijo Maldonado al destacar que “la vida de los residentes ha cambiado en áreas de salud. Asimismo, en términos de convivencia, desde la parte organizativa hasta el desarrollo de microempresas”.
El IUDC tiene como objetivo principal llevar la universidad a las comunidades de forma tal que se provoque un intercambio de conocimientos entre ambos sectores. Asimismo, se aspira a mejorar la calidad de vida y el bienestar de los residentes con herramientas como el auspicio del trabajo en equipo, el aumento del capital natural de la comunidad y el fortalecimiento de su identidad.
“La universidad tiene un campo maravilloso donde puede integrar sus conocimientos y, a su vez, una sociedad maravillosa puede nutrir el currículo. Un aspecto medular es reconocer que las comunidades tienen diversidad de retos y no existe un solo enfoque o disciplina como respuesta”, afirmó Seijo Maldonado.
El Instituto cuenta además con la colaboración de miembros de todas las facultades del Recinto; Administración de Empresas, Agricultura, Ingeniería y Artes y Ciencias. Esto es así, debido a la complejidad de las situaciones en dichas comunidades. “Cuando vamos a las comunidades e identificamos sus problemas, vemos que necesitan ayuda de personas con diferentes talentos y conocimientos para resolverlos. A veces, la tecnología no resuelve el problema y la razón es que hay que atender otros asuntos relacionados con unión, sentido de pertenencia, liderato, entre otros”, destacó, por su parte, Maldonado.
En el centro los doctores Francisco Maldonado y Carlos Ríos acompañados por ejecutivos de Merck.
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El doctor Francisco Maldonado durante su mensaje de aceptación del premio. |
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El doctor Carlos Ríos también se dirigió a la audiencia durante la ceremonia de premiación. |
Fotos Suministradas
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