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viernes, 25 de septiembre de 2009
“...Es abrir una ventana al mundo. Hay que salir
de Puerto Rico para darse cuenta de todo lo que nos rodea.”
Carlos Casablanca
Imagínese poder caminar en Londres, dar un paseo en góndola por Venecia, caminar por las hermosas calles de Roma, visitar la Torre Eiffel y pasear por los cautivantes museos europeos.
Es así como el Departamento de Humanidades del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), a través del Viaje de estudio a Europa, permite a sus estudiantes formar parte de uno de los viajes educativos más completos de todo el sistema universitario puertorriqueño. En la travesía también pueden participar estudiantes de otras universidades del país, tanto públicas como privadas. Precisamente, el verano pasado, y por tercera vez consecutiva, durante 31 días ese grupo de universitarios recorrió varias ciudades -tales como Londres, París, Bruselas, Roma, Amsterdam, Munich y Atenas, entre otras- de diez países y concluyeron su viaje con un crucero por el Mar Egeo.
La iniciativa, según comentó el doctor Carlos Casablanca, catedrático de Humanidades y organizador del viaje, se originó del deseo de ese departamento del Recinto de abrir una ventana que constituyera un horizonte cultural hacia el mundo.
“Tuve la suerte de que se me haya encargado la dirección y coordinación de este viaje, el que finalmente, surge tras la necesidad del intelecto de los estudiantes, quienes tienen que ver mundo para comparar y apreciar lo que tenemos”, relató Casablanca. Agregó que los estudiantes obtienen grandes experiencias de esta expedición, lo que le produce muchas satisfacciones como educador.
Sobre esas experiencias, la profesora Ileana Guilfucci, quien coordina el viaje de estudios junto con Casablanca, expresó que con cada grupo la experiencia es diferente. Las emociones que sienten, según dijo, se transmiten a todo el grupo. “Alguna chica queda embelesada o se le saltan las lágrimas frente a la Torre Eiffel. Pero también lloran ante la casa de Ana Frank y se conmocionan al ver los campos de concentración”, afirmó.
Asimismo, los participantes relataron el impacto positivo que tuvo la travesía en ellos.
Para el estudiante Alvin Acevedo Sánchez fue una experiencia que le permitió conocer otras culturas, otras religiones, aprender de arquitectura, de arte y sobre los sucesos históricos en los lugares donde ocurrieron.
“La experiencia fue impresionante”, expresó. “Lo que se vive en los 31 días, de la forma que se presentó y lo que uno aprende, está brutal”. Alvin asegura que repetirá la experiencia en unos años y exhorta a cualquiera que esté pensando hacer el viaje, que no lo piense más y lo haga.
Igualmente, la estudiante Yadira Flores Montañez afirmó que la inversión que realizó valió la pena porque además de ser un viaje educativo, en el que se aprende mucho, fue uno que disfrutó de principio a fin.
Su compañera Marianna Ferriol Alonso admitió que “fue un viaje un tanto del otro mundo, literalmente. Una experiencia enriquecedora, en el aspecto cultural e intelectual”.
De hecho, en el recorrido se disfruta, pero también se aprende, ya que forma parte del curso de HUMA 3115 que toman los estudiantes del RUM.
En cuanto a la organización y coordinación del periplo, la profesora, quien también funge como bibliotecaria y catalogadora de la Biblioteca General, explicó que el itinerario contiene elementos académicos, además de tiempo para el disfrute de actividades.
Por su parte, Casablanca manifestó que antes de salir, los estudiantes toman varias conferencias, ofrecidas por profesores de Humanidades a lo largo del semestre, sobre temas que abarcan el arte, la religión, la historia, la arqueología y la arquitectura.
Durante el viaje se les solicita a los participantes que redacten un ensayo y que contesten unas preguntas acerca de su experiencia. El ensayo consiste de un trabajo comparativo sobre el Louvre en París y la National Gallery y el British Museum, ambos en Londres.
Aquellos que tengan interés en realizar este viaje en el verano 2010 deben escribir a carlos.casablanca@gmail.com.
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Algunos de los participantes del viaje estudiantil forman una torre humana frente a la Torre inclinada de Pisa. |
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Los jóvenes disfrutaron de un paseo en góndola por los canales de Venecia. |
Parte del grupo que participó el pasado verano en la travesía europea, aquí frente al Tower Bridge de Londres.
Una de las atracciones que les llamó la atención en París, es la posibilidad de recorrer la ciudad en bicicleta.
Fotos suministradas
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