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viernes, 28 de agosto de 2009
Los niños y jóvenes entre los 5 a 24 años son las personas más vulnerables a la influenza A H1N1. En este grupo se encuentran los estudiantes universitarios, por lo que es importante que estén alertas a los signos y síntomas de la condición.
Así lo advirtió el doctor José Cordero, durante la conferencia La influenza novel A H1N1: ¿Qué podemos hacer para protegernos?, que dictó recientemente en el Anfiteatro Ramón Figueroa Chapel del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
Cordero es decano de la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y Coordinador de comunicación sobre A H1N1 en el Sistema UPR. Además, se jubiló recientemente como Cirujano General Asociado del Servicio de Salud Pública de Estados Unidos y como Director del Centro Nacional de Defectos Congénitos y Deficiencias del Desarrollo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en Atlanta.
“Hemos estado desarrollando una serie de recomendaciones basadas en lo que el Centro para el Control de Enfermedades recomienda. El estudiante debe salir del salón de clases e ir a uno de los servicios médicos estudiantiles para que lo atiendan. Si el estudiante tiene algún factor de riesgo como asma o diabetes, o en el caso de las jóvenes embarazadas, deben ir al médico para tomar algún antiviral y reducir el riesgo de complicaciones”, dijo Cordero en un aparte con Prensa RUM TV.
De hecho, Rosie Torres de Calderón, directora del Departamento de Servicios Médicos del RUM, enfatizó la importancia de que los jóvenes que sientan alguna afección respiratoria busquen inmediatamente ayuda médica.
“Exhortamos a los profesores que si reciben a un estudiante con los signos y síntomas asociados a la influenza A H1N1 o alguna enfermedad respiratoria, lo oriente para que vaya al Departamento de Servicios Médicos. Nosotros los vamos a evaluar, y el médico, después de evaluarlo y hacerle las pruebas correspondientes, determinará si el paciente está apto para seguir en el salón”, puntualizó Torres de Calderón.
Precisamente, ya tuvieron la situación de varios jóvenes que se aislaron en sus hospedajes ya que presentaban un cuadro de fiebre y en realidad tenían dengue. “Confundieron los síntomas pensando que podía ser una influenza o un catarro y se quedaron en su casa, y eran casos de dengue hemorrágico. Nosotros no queremos que eso ocurra porque el manejo de las dos condiciones es distinto”, sostuvo la funcionaria.
Asimismo, recomendó tanto a los estudiantes, como a toda la comunidad universitaria a que si han sido diagnosticados con el A H1N1 se registren en el Departamento de Servicios Médicos.
“Es un procedimiento confidencial que se lleva a cabo para tener la epidemiología en el RUM del virus”, señaló.
¿Qué más podemos hacer?
“Lo más importante es no bajar la guardia… Lo que hemos descrito como medidas muy simples son tal vez las más efectivas que tenemos”, indicó Cordero al reiterar que lavarse las manos cada dos horas, usar desinfectante de manos y evitar los saludos en el caso de que se presente algún síntoma, son las prácticas preventivas que se deben continuar.
El médico reiteró la importancia de conocer más la influenza para saber cómo enfrentarlo. De hecho, mientras interactuaba con la audiencia indicó que él fue diagnosticado con el virus y que inmediatamente se aisló en su casa en lo que pasaba el peligro de contagiar a otros.
En su caso, con descanso y líquidos fue suficiente para recuperarse. Sin embargo, para cuadros más severos recomienda el uso de antivirales, luego una evaluación médica. “El tamiflu no debe usarse como preventivo”, dijo al contestar la pregunta de uno de los participantes de la charla.
Para más información sobre el tema puede acceder a http://www.cdc.gov/h1n1flu/espanol. El portal www.uprm.edu/ah1n1 recoge también varios enlaces de interés sobre el virus.
Vídeo Reportaje
El doctor José Cordero, decano de la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR.
Parte de la audiencia que participó en la conferencia.
Rosie Torres de Calderón, directora del Departamento de Servicios Médicos del RUM.
Fotos por Carlos Díaz / Prensa RUM
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