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viernes, 21 de agosto de 2009
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El director del SNM de San Juan e Islas Vírgenes, Israel Matos, afirmó que las investigaciones que los estudiantes realizan en los internados contribuyen de forma real a la meteorología. (Foto Carlos Díaz / Prensa RUM |
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Durante seis semanas, Patricia Sánchez, una estudiante de cuarto año del Departamento de Física del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), no vio ni una gota de lluvia, algo a lo que no está acostumbrada esta joven natural de Cayey, un pueblo montañoso, frío y bastante lluvioso.
“Yo nunca vi lluvia en las seis semanas que estuve allá”, apuntó. “El clima es muy distinto”. Y es que Patricia se encontraba en Madrid, la capital española, investigando, precisamente, la precipitación en la cuenca mediterránea como parte de los internados de verano que realizan desde hace cinco años los estudiantes colegiales que forman parte de la secuencia curricular de meteorología del Departamento de Física.
“Allá tienen distintas estaciones alrededor de la península ibérica, que incluye España, y estuve tratando de dividirla en precipitación convectiva períodos cortos, pero intensos de lluvia- y estratiforme períodos largos, pero débiles-, que son las precipitaciones que se observan allá y estuve analizando un período de diez años”, explicó.
Patricia también tuvo que acostumbrarse a otra “impresionante diferencia”, la del idioma, ya que aunque en la madre patria también se habla español, los términos científicos que ella aprendió, los sabía en inglés, por lo que tuvo que traducirlos al idioma de Cervantes para su internado de verano en la Universidad Complutense de la metrópoli madrileña.
De su investigación, y por supuesto de las circunstancias con el idioma, fue de lo que Patricia habló durante el quinto Simposio de ciencias atmosféricas y meteorología que se efectuó a principios del actual semestre y en el que otros 20 jóvenes, al igual que la estudiante cayeyana, presentaron las investigaciones que realizaron en sus internados de verano de este año y que fueron auspiciados por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inlgés).
“Durante este internado, los estudiantes pasan seis semanas haciendo trabajos bajo la supervisión de algún profesional en alguna oficina de meteorología, alguna universidad, algún laboratorio y al final ellos tienen que presentar los resultados de su trabajo durante ese tiempo”, señaló el doctor Héctor Jiménez, director de Física.
Las investigaciones se llevan a cabo en las diferentes dependencias de la región sur del Servicio Nacional de Meteorología (SNM) de los Estados Unidos, región a la que pertenece Puerto Rico, y que en esta ocasión, por primera vez, incluyó la Universidad Complutense de Madrid, en la que estuvo Patricia acompañada de Ariana Marrero, otra estudiante de la secuencia de meteorología.
Contribuciones reales a la meteorología
De acuerdo con Israel Matos, director de la Oficina de Puerto Rico e Islas Vírgenes del SNM, el rol del estudiante en las investigaciones en las que participan durante los mencionados internados de verano es muy importante porque contribuyen de forma real a las ciencias atmosféricas. También supone una valiosa experiencia en la formación de estos meteorólogos puertorriqueños.
“Es importante para ambos. Es importante para el estudiante porque le da la oportunidad de demostrar su capacidades y ver aquellos asuntos que tenemos a nivel operacional para tratar de trabajarlos. Y es una excelente oportunidad para la oficina porque de alguna manera nosotros tenemos que estudiar esos casos que a veces no tenemos el tiempo de hacerlo”, afirmó el experimentado meteorólogo, quien estuvo presente durante el simposio.
Ése fue el caso de Alexis Orengo, presidente entrante del Capítulo Estudiantil de Puerto Rico de la Sociedad Americana de Meteorólogos, quien durante su estancia en las oficinas de Brownsville, Texas del SNM, trabajó en la comparación de los datos de los pronósticos de los especialistas de ese lugar con dos modelos meteorológicos y con unas boyas que se utilizan para hacer pronósticos con el propósito de determinar cuán certeros eran éstos.
“Resultó que uno de los modelos que ellos utilizaban no era tan certero para el pronóstico en la costa y el otro modelo, el swan era mucho más efectivo para hacer los pronósticos en la costa de Brownsville”, indicó Orengo.
Mayra Oyola, estudiante voluntaria del SNM en Carolina, fue otra colegial cuya investigación corroboró un importante dato para los especialistas: el aumento en el polvo que llega a Puerto Rico desde el desierto del Sahara de un año a otro.
“Utilizando data de una red de NASA, que se llama Aeronet, pudimos comprobar que sí, en comparación con el 2005, el año 2006 fue un año que hubo alrededor de 20 por ciento más sal saliendo de las costas de África”, manifestó la estudiante de Física. Los resultados de los trabajos en los que participó Oyola explicaron las razones por las cuales en 2006 ocurrieron grandes eventos de polvo del Sahara en la Isla y sus efectos directos en la atmósfera tropical.
Asimismo, Néstor Flecha, estudiante de cuarto año de Física, verificó en los cuarteles centrales del SNM, localizados en Forth Worth, Texas, cuán certeras pueden ser las predicciones meteorológicas de los pronosticadores humanos comparadas con las de los modelos de computadora.
La investigación, que llevó a cabo el colegial y que se centró en la región sur de Estados Unidos -desde Nuevo México hasta Puerto Rico-, concluyó que el pronóstico humano es más certero que el de las máquinas.
“Todavía las computadoras no nos han podido ganar en una serie de cosas porque siempre está el valor significativo que el pronosticador puede añadirle basado en su experiencia y en los parámetros que ya conoce”, afirmó el también pasado presidente de la sociedad estudiantil colegial de meteorólogos, única en todo Puerto Rico.
Una secuencia curricular excelente
A juicio de Matos, la participación de los estudiantes de meteorología en los internados, también los ayuda a que ellos decidan entre la parte investigativa o la parte operacional del campo. Además, los internados y la secuencia curricular, aumentan la cantidad de meteorólogos hispanos, los que, de acuerdo con Matos, “ciertamente hacen falta”.
“Necesitamos meteorólogos, especialmente de habla hispana, y ésa es la idea de este programa, de seguir formando meteorólogos con preparación en física, en matemáticas, y en ingeniería”, sostuvo.
De hecho, ya en la Oficina de Puerto Rico e Islas Vírgenes del SNM hay cuatro meteorólogos egresados del RUM y una en las oficinas de la dependencia en Miami, quienes también en su momento participaron de los internados, los que constituyeron su carta de presentación para obtener su actual empleo.
La secuencia curricular de meteorología, adscrita al Departamento de Física, comenzó en 2004 y desde sus inicios ha certificado a nueve meteorólogos. En la actualidad, más de 20 colegiales forman parte de la secuencia, en la que pueden matricularse los estudiantes de cualquier bachillerato bajo la Facultad de Ciencias.
Vídeo Reportaje
Veintiún estudiantes presentaron los trabajos que efectuaron durante los internados de verano en las oficinas de la región sur del Servicio Nacional de Meteorología.
Las presentaciones estudiantiles conformaron el quinto Simposio de Ciencias Atmosféricas y Meteorología que realiza el Departamento de Física.
Ariana Marrero y Patricia Sánchez fueron las primeras colegiales que realizaron sus internados en meteorología fuera de la región del SNM, en la Universidad Complutense en Madrid.
Fotos suministradas
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Alexis Orengo, presidente entrante del Capítulo Estudiantil de Puerto Rico de la Sociedad Americana de Meteorólogos, hizo su internado en las oficinas del SNM en Brownsville, Texas. |
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Mayra Oyola continuará trabajando con el SNM en San Juan como estudiante voluntaria durante los fines de semana. |
Fotos Carlos Díaz / Prensa RUM
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