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viernes, 22 de mayo de 2009 [ english version ]
La universidad: una forma valiosa de vida.
Lcdo. Antonio García Padilla
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Durante la feria, el profesor Nelson Pérez dictó la conferencia Incubadora de microempresas comunitarias. |
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La ciencia y la tecnología deben responder a lo que es la realidad social de la comunidad donde está localizada la Universidad.
Ése fue el mensaje que salió a relucir en el segundo simposio que, bajo el lema Transformación universitaria desde la perspectiva comunitaria, celebró recientemente el Instituto Universitario para el Desarrollo de las Comunidades del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
“El simposio va dirigido a que continuemos la reflexión de cómo la universidad tiene que transformarse desde las realidades de las comunidades excluidas y vulnerables, y transformarse significa que nuestros currículos tienen que atemperarse a lo que son esos sectores poblacionales y que no solo nuestros currículos deben responder a las instituciones multinacionales”, afirmó la profesora Luisa Seijo Maldonado, directora del Instituto.
De hecho, en el simposio quedó establecido que la Universidad debe intervenir en todos los grandes temas de la sociedad actual y que para ello, la educación formal debe, además, enfocarse en la educación popular y en el educando.
Durante la actividad profesores de otros recintos de la Universidad de Puerto Rico (UPR) compartieron sus experiencias en los proyectos de vinculación y desarrollo de comunidades en los que laboran y trataron el aspecto urbano de las universidades y su funcionamiento dentro de las comunidades en las que se encuentran localizadas, especialmente, las universidades públicas o del estado.
Tal fue el caso del doctor Juan Giusti Cordero, director del Proyecto CAUCE, entidad adscrita al Recinto de Río Piedras de la UPR que trabaja en diversos proyectos comunitarios con sus residentes con la misión de revitalizar el casco urbano de ese sector.
Giusti puntualizó que para que una institución obtenga la clasificación de universidad urbana “no basta con estar en una ciudad ni basta con tener proyectos de alcance comunitario”.
“A base de la experiencia que hemos tenido en Río Piedras, lo que vemos es que una universidad urbana debe tener un compromiso completo con la ciudad y eso, tanto en el contenido de sus programas académicos como en su mecanismo de evaluación de profesores, como en su forma de compensar a los profesores, donde se tome en cuenta la experiencia práctica que tengan esos docentes en el ámbito urbano”, apuntó el especialista. Añadió que también son vitales las instalaciones y facilidades para los estudiantes tomar sus clases, al igual que ostentar un compromiso curricular con el espacio urbano.
Asimismo, en el evento se detallaron los modelos de trabajo en las comunidades, aunque se especificó que es con el modelo de autogestión con el que se puede lograr una mayor transformación comunitaria.
El primer simposio de transformación universitaria se llevó a cabo en el año 2003.
El Instituto realizó además la segunda feria comunitaria El Colegio y Puerto Rico: una sola comunidad, en la que efectuaron actividades como presentaciones artísticas de grupos comunitarios, exhibiciones de carteles y talleres sobre empresarismo social, huertos caseros y ciudado del ambiente, entre otras, todas con el fin de promover la autogestión y el desarrollo de los sectores vulnerables de la Isla.
Vídeo Reportaje
El simposio y la feria fueron efectuados por el Instituto Universitario para el Desarrollo de las Comunidades.
Fotos Carlos Díaz / Prensa RUM
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