Con el fin de crear conciencia sobre el trato correcto y los acomodos que se les deben proveer a las personas con impedimentos, el Comité de Ley 51 del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) llevó a cabo un Taller de diseño universal, en el que orientaron a los asistentes sobre las formas de mejorar la interacción social así como herramientas de asistencia tecnológica disponibles.

Una de las charlas la ofreció Cristina López, quien es ciega legal y durante su presentación enfatizó sobre la etiqueta y las reglas de cortesía hacia esa población.

En su conferencia, titulada Consejos prácticos al comunicarnos con las personas con impedimentos, López aclaró que palabras como minusválido e incapacitado no son adecuadas para referirse a las personas con algún impedimento. De hecho, es precisamente el lenguaje una de las formas más comunes de discrimen.

“El lenguaje es el reflejo de nuestras actitudes y ésas son las barreras más difíciles de romper; no las barreras arquitectónicas que pueden corregirse. ¿Qué pasa cuando un profesor le dice a un estudiante que no puede hacerle un acomodo razonable? No, eso no es problema mío… lo hay, lo hay, lo hay”, aseguró la ponente.

Para romper con las barreras del lenguaje, se recomienda hablar directamente con la persona con impedimento sin excederse al brindarle ayuda.

A este Taller también asistieron estudiantes del curso de Preparación de Maestros del RUM. Para Sujeil Rivera Candelaria, estudiante que realiza la práctica docente de Estudios Sociales en la Escuela Superior Luis Muñoz Marín de Añasco, la importancia de este taller radica en romper con los prejuicios hacia las personas con impedimentos. “Entiendo que como futuros maestros tenemos que crear conciencia y darles un trato igual porque son tan capaces como todos de hacer las cosas”.

Por su parte, Yaritza Hernández Torres, quien también realiza su práctica docente en Estudios Sociales, explicó que el taller la ayudó a cambiar percepciones. “Discutieron conceptos que utilizamos todos los días que creemos que son los correctos y hoy aprendimos que no. Con este conocimiento adquirido, podemos ir más preparados al salón de clases y tratar a los estudiantes sin afectar su autoestima ni sus emociones”. Hernández trabaja en la Escuela Intermedia María Dolores Faría de Mayagüez, que cuenta en su matrícula con estudiantes con impedimentos.

A los universitarios con algún impedimento físico o mental les cobija la Ley 51 del Estado Libre Asociado de Puerto Rico que establece el derecho de las personas con impedimentos a una educación apropiada e integrada. Esta población también está protegida por la Ley 238 del 2004, conocida como la Carta de derecho de las personas con impedimentos. Igualmente, los resguarda la Ley Federal del Gobierno de los Estados Unidos de América para personas con impedimentos conocida como ADA, porque, al igual que la legislación estatal, obliga a proveer acomodo razonable.

El Taller de diseño universal busca desarrollar productos y entornos de fácil acceso para el mayor número de personas posible, sin la necesidad de adaptarlos o rediseñarlos de una forma especial.

Vídeo Reportaje

La conferencista fue Cristina López, quien es ciega legal y durante su presentación enfatizó sobre la etiqueta y las reglas de cortesía hacia las personas con impedimentos.

El objetivo del Taller de diseño universal, consistió en concienciar acerca del trato correcto y los acomodos que se les deben proveer a las personas con impedimentos.

Fotos: Carlos Díaz / Prensa RUM