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viernes, 5 de septiembre de 2008
Buscar soluciones, encontrar formas de mejorar los procesos, inventar nuevos productos… añadir conocimiento. Esos elementos son trascendentales en una agenda de investigación científica.
Por dos décadas, el Programa de Afiliados de la Industria (IAP, por sus siglas en inglés) del Departamento de Ingeniería Eléctrica y de Computadoras del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) ha ofrecido a más de 600 estudiantes subgraduados la oportunidad de integrarse a proyectos de investigación.
IAP es un consorcio entre la industria y la Universidad, que comenzó en septiembre de 1988, con el fin de proveerles a los jóvenes un modelo de aprendizaje activo con el rigor científico de la academia y el ritmo acelerado que es común en la industria, explicó el doctor Lionel Orama, coordinador del programa.
De esta forma, los alumnos obtienen experiencia técnica que complementa con el currículo del Departamento. “Los preparamos para lo que ellos se van a enfrentar cuando empiecen a trabajar”, señaló Orama.
Asimismo, esta inmersión en la industria permite que los estudiantes sean candidatos a ser reclutados por esas empresas, indicó por su parte el doctor Miguel Vélez Reyes, quien coordinó IAP del 1994 al 1999.
Agregó que los universitarios también desarrollan destrezas de comunicación, habilidades de trabajo en equipo y que muchos de sus proyectos se han publicado en revistas científicas.
Tres componentes del programa
El Programa de Afiliados tiene tres componentes esenciales: los estudiantes, los profesores y la industria. Las empresas aportan una cuota de membresía anual, lo que permite que un grupo de estudiantes, liderados por un profesor, puedan completar un proyecto de un año en esa compañía.
“Para la industria hay dos beneficios importantes. Primero, ellos tienen la oportunidad de que los proyectos sean de interés para su compañía. En segundo lugar, tienen todo un año para evaluar el desempeño de los estudiantes. Tienen un proceso de entrevista amplificado”, sostuvo Orama.
El componente estudiantil lo integran universitarios de cuarto año en adelante que tengan fundamentos amplios de la profesión. Éstos, presentan una propuesta en la reunión de primavera que se lleva a cabo en marzo. Los seleccionados trabajan durante el año y presentan sus resultados en la conferencia anual en octubre.
“La retroalimentación de los estudiantes es muy positiva, aunque tienen que trabajar más, lo hacen en proyectos de su interés. Los estudiantes se interesan con el tema. De esa manera, se integran con el proyecto porque laboran en algo que les gusta”, expresó Orama.
Además, los jóvenes aprenden habilidades para llevar a cabo una investigación de forma independiente, se exponen a nuevas tecnologías y a trabajar en la solución de problemas reales.
El programa también cuenta con la colaboración de los facultativos quienes dirigen los proyectos ad honorem. “Los profesores tenemos la ventaja de que muchas veces tenemos una idea y a través del programa IAP podemos conseguir un fondo semilla para el proyecto y podemos poner a estudiantes a trabajar con esa idea. Dependiendo de los resultados, nos vamos al próximo nivel”, indicó Orama.
Los estudiantes han laborado en proyectos que van desde el área de energía renovable, desarrollo de amplificadores para detectar descargas eléctricas hasta asistencia en programación y creación de base de datos como parte del Instituto de Apoyo a las Comunidades del RUM.
En el año en curso, IAP ha integrado un total de 16 esfuerzos. Uno de los más recientes es la creación de una base de datos que permite conocer el impacto del programa tanto fuera como dentro del Recinto.
Crecimiento e impacto de IAP
IAP comenzó en el 1988 con tres industrias: IBM, Kodak y Raytheon. Su presupuesto inicial fue de $9 mil, lo que representaba $3 mil anuales aportados por cada compañía, según explicó Vélez Reyes.
Recordó que en ese entonces, el doctor Teodoro Mercado dirigía el Departamento, mientras el profesor Rafael Fernández Sein fue el primer coordinador de IAP. El programa inició con 10 proyectos.
De hecho, Ellen Acarón, quien formó parte del equipo de trabajo de IAP, destacó que parte del éxito del programa en sus inicios fue debido a “la excelente relación que tenía Mercado con la industria”.
“Es una iniciativa fabulosa que comenzó con una idea pequeña”, sostuvo Acarón sobre el programa que hoy tiene ocho afiliados y que cuenta con un presupuesto de más de $42 mil.
Además, durante estos 20 años de colaboración con la industria, el Departamento de Ingeniería Eléctrica y Computadoras ha recibido donaciones de aproximadamente $600 mil en efectivo y $150 mil para equipos.
De acuerdo con Vélez Reyes, de IAP han surgido otras iniciativas sobresalientes como el consorcio del Departamento con Texas Instruments (TI) que ya cumplió 10 años y en el que la compañía ha donado más de $2 millones al RUM. De hecho, TI tiene patentes de proyectos que comenzaron en IAP.
Orama también resaltó que, a través del Programa de Afiliados, se logró una colaboración con Hewlett Packard, empresa que ofrece un programa de becas para estudiantes doctorales en el área de ingeniería de computadoras. Igualmente, IBM ha donado equipos sofisticados para los laboratorios del Departamento.
Las ocho industrias afiliadas actualmente son ITT, TI, IBM, Raytheon, Sun Microsystems, Keithley Instruments, Verizons y MIT-Lincon Labs. En el presente, colaboran 15 profesores y participan 50 estudiantes.
“El programa ha ido en crecimiento en los últimos dos años. Para el 2010, esperamos tener 12 industrias afiliadas y estar apoyando a más de 65 estudiantes”, sostuvo Orama.
Foro Colegial
Logros del programa de Afiliados de la Industria de INEL/ICOM
Estudiantes de Ingeniería Eléctrica y de Computadoras forman las iniciales del programa IAP, con motivo de su aniversario.
En el presente, 15 profesores y 50 estudiantes forman parte del Programa de Afiliados de la Industria.
Un grupo de estudiantes presenta su proyecto en la reunión anual que se llevó a cabo a principios del 2008.
Durante estos 20 años IAP ha ofrecido a más de 600 estudiantes subgraduados la oportunidad de integrarse a proyectos de investigación.
El doctor Lionel Orama, coordinardor de IAP.
Fotos suministradas
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