honoris causa para don Pablo
Honoris causa para don Pablo
Por Azyadeth Vélez Candelario
yadeth@uprm.edu
PRENSA RUM

viernes, 13 de junio de 2008

honoris causa para don PabloSus ojos azules reflejan la personalidad conciliadora que definió su estilo administrativo. Y es que su vida, tanto personal como profesional, se ha distinguido por su carácter afable y sosegado.

Se trata de don Pablo Rodríguez, rector interino en tres ocasiones del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) y educador puertorriqueño que durante esta mañana recibió el grado de doctor honoris causa en la primera sesión de la nonagésima cuarta colación de grados del RUM.

“Eso no quiere decir que no sea firme. No me tiembla la mano cuando tengo que tomar decisiones fuertes”, afirmó el respetado profesor.

Don Pablo, como cariñosamente se le conoce en el Recinto, comenzó su relación con el campus colegial tras obtener aquí su grado de maestría en Matemáticas en el 1963. El bachillerato lo hizo en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR). El mismo año en que se graduó de maestría, quien fuera su gran amigo, el laureado y fenecido profesor Eugene Francis, lo reclutó como parte del cuerpo docente del Departamento de Matemáticas, facultad en la que enseñó durante años y en la que fungió como asistente del director y luego como director interino.

Además, fue ayudante administrativo del decano de Estudiantes; decano del Colegio de Artes y Ciencias por 11 años, de 1975 a 1986; rector interino del RUM; y culminó su carrera de servidor público como rector de la UPR en Aguadilla en el 2006. Su eficaz labor en la gerencia académica incluyó la creación de programas académicos como los de Biotecnología y Microbiología Industrial a nivel de bachillerato, al igual que la maestría en Inglés durante su incumbencia como decano de Artes y Ciencias del Colegio. Asimismo, logró la acreditación profesional de algunos programas del Colegio de Administración de Empresas y la implementación del Trolley Colegial, entre otras ejecutorias.

Como rector interino del RUM - cuando creó la Fundación Amigos del RUM- y rector de la UPR en Aguadilla es recordado por su “gran templanza y clara habilidad conciliadora”, durante momentos difíciles del quehacer universitario.

“Sin haber tomado nunca cursos en administración, desde que empecé en la gerencia académica siempre tuve claro que uno está en esas posiciones para servir a los demás y que los puestos no pueden estar por encima de las personas”, afirmó. “Siempre traté a todo el mundo como compañeros de trabajo, no importa el nivel donde sirviera. Y jamás olvidé que el trabajo que un ejecutivo presenta, generalmente es el que hace los que están con él”, agregó con modestia el educador colegial al hablar sobre sus acciones administrativas.

Su trabajo docente también le brindó grandes satisfacciones. Además del sinnúmero de estudiantes que pasaron por su sala de clases, todavía hoy llega hasta los alumnos con su libro Cálculo para las ciencias biológicas y más, que se utiliza como texto para el curso del mismo nombre en el RUM.

Don Pablo no solo es matemático, también es un hombre de letras por aficción que se ha distinguido por la redacción de cartas, discursos y dos poemarios titulados Paisajes (1984) y Éxtasis (1986). Además, publicó la novela Al borde del abismo en 1991 y en la actualidad trabaja con otra novela y en la revisión de un refranero puertorriqueño. Y es un fanático de la ebanistería y de los deportes por lo que fue designado Hijo Adoptivo de Mayagüez por su aportación a la educación y al deporte juvenil en esa ciudad.

Rodríguez está casado desde hace más de medio siglo con doña Tuttie Ortiz, con quien procreó cuatro hijos: Lilliam, tecnóloga médica; Pablo, médico director del Centro de Traumas de Río Piedras; Jesús, médico anestesiólogo; y Angie, quien estudió Administración de Empresas.

Hoy, la comunidad colegial reconoció la meritoria hoja de servicios y la aportación a la educación superior de un hombre poseedor de un don de gente incomparable, como se plasmó en las líneas de la comunicación oficial que certificó el galardón, que recibió con la humildad que lo caracteriza.

“Uno trata de ser productivo y dejar huella donde uno está, pero no con la intención de recibir honores, sino para la satisfacción personal que uno cumplió con su deber, como tiene que ser”, puntualizó.

¡Enhorabuena don Pablo!

otorgación del doctorado a don Pablo
Durante la otorgación del doctorado a don Pablo en el orden acostumbrado: Antonio García Padilla, presidente de la UPR; Fred Soltero Harrington, ex rector del RUM; don Pablo Rodríguez; Jorge Iván Vélez Arocho, rector del RUM; Mildred Chaparro, decana de Asuntos Académicos; y Moisés Orengo, decano de Artes y Ciencias.

Foto Carlos Díaz / Prensa RUM