Se cuela la broca en el café boricua
Por Idem Osorio
iosorio@uprm.edu
PRENSA RUM

viernes, 7 de septiembre de 2007

Ese temido y diminuto insecto conocido como la broca, que amenaza con afectar por primera vez el fruto de café puertorriqueño, es probablemente ya una plaga que llegó a la Isla para quedarse. No obstante, para erradicarla es necesario enfrentar la situación con calma y adoptar prácticas de manejo integrado adecuadas y sustentadas por la investigación científica.

Hacia esa dirección deben ir dirigidos los esfuerzos, de acuerdo con Miguel Monroig Inglés, especialista en café y profesor retirado del Servicio de Extensión Agrícola (SEA) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), quien descubrió la existencia del insecto en Puerto Rico el mes pasado en una finca donde ubica su residencia en San Sebastián.

“No quiero decir que para mí ha sido un honor encontrarla, pero tuve la oportunidad de estar tantos años en la búsqueda y siempre que iba a las fincas me pasaba muestreando los arbustos de café. En unos rebrotes de arbustos que ya había eliminado de mi casa, así incidentalmente me encuentro con ella en agosto”, relató el experto durante su reciente intervención en el programa radial del RUM, Foro Colegial que se transmite por Radio Universidad.

Monroig Inglés explicó que tan pronto detectó el insecto, envió una muestra a un laboratorio de Maryland donde se confirmó la identificación de la plaga como Hypothenemus hampei o broca. La noticia cobró notoriedad en los medios de comunicación nacionales la primera semana de septiembre, cuando se reseñó el estado de alarma de los agricultores puertorriqueños.

Según el profesor, se pudo reaccionar de manera inmediata gracias al protocolo existente elaborado por el Servicio de Extensión Agrícola en conjunto con el RUM. Como parte del proceso, Monroig Inglés informó sobre la sospecha y la posterior identificación positiva del insecto al decano del Colegio de Ciencias Agrícolas (CCC), doctor John Fernández Van Cleve, quien a su vez lo dio a conocer al Secretario de Agricultura para que comenzaran los trabajos contra la plaga. Agregó que ya existía un plan de acción desde comienzos de la década de 1990 cuando el insecto llegó a la República Dominicana.

“Iniciamos unos adiestramientos sobre lo que era la plaga y se estableció un plan de acción en caso de que apareciera en Puerto Rico. Veníamos preparándonos con materiales didácticos e información para que el agricultor y los técnicos estuvieran alertas de que en cualquier momento podía introducirse al País debido a la cercanía con la República Dominicana”, narró el profesor sobre la iniciativa que se tomó hace más de 15 años.

La plaga de broca, considerada como la de mayor importancia económica en todos los cafetales a nivel mundial, es oriunda de África, desde donde se dispersó a destinos como Indonesia, Sumatra y posteriormente a Brasil, primer país del continente americano que registró la presencia del insecto.


Colaíta… en el café puertorriqueño

Ante la preocupación que levanta la llegada de la broca a Puerto Rico, algunos representantes de la industria cafetalera han responsabilizado al Departamento de Agricultura (DA) por importar granos sin inspeccionar, probablemente infectados con el insecto. Sin embargo, a juicio de Monroig Inglés, son múltiples las formas en que pudo entrar a suelo boricua.

“No podemos decir de forma certera cómo llegó, pero hay varias posibilidades. Hay mucho tránsito tanto de personas como de productos agrícolas y no agrícolas desde la vecina hermana república, aunque no necesariamente tuvo que ser de la República Dominicana. En ese movimiento de vehículos, personas y de materiales vegetativos o de otro tipo pudo haber venido ella si se provenía de un área infectada. Se habla también de que si llegó en los sacos de café importados, es una posibilidad, la cosa es que ya está aquí”, advirtió el investigador.

Aunque ya se han reportado hallazgos de granos perforados por el insecto en los pueblos de San Sebastián, Lares, Las Marías y Adjuntas, aún es temprano para saber con exactitud el daño causado a la cosecha. Así opinó Monroig Inglés, quien explicó que a finales de agosto se ofreció un adiestramiento a los agrónomos del DA responsables de realizar el muestreo en toda la zona cafetalera del País para determinar el por ciento de infestación de la plaga y de dispersión. Agregó que se espera tener esos resultados próximamente.

Aunque es tan pequeño como la cabeza de un alfiler, la broca provoca una gran incertidumbre entre los agricultores por la eminente pérdida económica que representa. Al atacar el fruto del cafeto, el insecto causa daño a la calidad del grano, a su peso, apariencia y propicia la caída de frutos nuevos lo que a su vez disminuye la producción, por lo que baja el rendimiento del café.

“Eso va a afectar al productor en términos económicos. Además, va a tener que invertir para controlar la plaga y eso es un alza en el costo de producción, por lo tanto va a tener un beneficio menor”, aseguró Monroig Inglés quien destacó también otros efectos sociales que genera. “Uno de los daños indirectos que tiene la plaga es la preocupación e incertidumbre que puede causar en los agricultores y esos otros daños a veces son mayores”, precisó.

El especialista en café aclaró que la plaga no afecta de ningún modo la salud pública al consumir el producto, como se ha comentado en algunos medios noticiosos. Explicó que aunque el insecto esté dentro del grano de café, puede salir en algún momento durante el procesamiento. Agregó que de todas maneras durante el proceso de torrefacción el café se calienta hasta 210 grados centígrados, lo que garantizaría que no esté presente la broca.

“Así que no dejemos de tomar café porque tenemos broca porque todos los países cafetaleros del mundo tienen broca y se sigue tomando y mercadeando el café. Eso no debe ser motivo de preocupación”, aseguró.


Su tamaño es su mejor aliado

Muy similar a un pequeño caculo, de color marrón oscuro y con medidas de alrededor 1.5 a 1.7 milímetros. Ésa es la descripción física de este insecto, tan diminuto que pasa desapercibido en los cafetales, único fruto que ataca porque es dentro del café donde se reproduce.

De acuerdo con Monroig Inglés, su ciclo de vida es tan corto como de 25 a 35 días dependiendo de las condiciones ambientales. Además, se multiplica rápidamente y es la hembra la que causa el ataque. “Ella perfora el fruto por lo que llamamos el ombligo, que no es otra cosa que el disco del grano o los vestigios del disco floral. Por eso también pasa desapercibida porque en esa área parece que hay un huequito y como ella lo que hace es un orificio, tan pequeño como el tamaño de su cuerpo, hay que fijarse en ello para poderla detectar”, señaló.

El experto explicó que la broca entra al fruto, hace un pequeño túnel, prepara una cámara donde pone sus huevos –que pueden llegar hasta 40– y al cabo de una semana ya tiene larvas o gusanos que comienzan a comerse la semilla que es lo que se utiliza para comercializar el grano del café.


¿Llegó para quedarse?

De acuerdo con la opinión de Monroig Inglés, aunque será muy difícil erradicar la plaga, existen mecanismos para controlarla. “La plaga llegó, una vez llega y se establece es difícil de erradicar, pero ya que la hemos encontrado en varios lugares quiere decir que se ha dispersado por lo tanto hay que buscar otras medidas de control integrado. Esto es bueno que lo dejemos bien claro, con un solo método no la vamos a controlar, tenemos que tener varios métodos que se utilizan en distintas épocas del ataque de este insecto”, argumentó el profesor.

Añadió que tanto los departamentos de Agricultura de Puerto Rico y de Estados Unidos como el Recinto Universitario de Mayagüez se han unido para trabajar con este asunto. Precisamente, el experto forma parte de un comité compuesto por expertos y entomólogos del CCC, el SEA y la Estación Experimental que está trabajando en la búsqueda de prácticas de manejo integrado adecuadas para el control de esa plaga bajo las condiciones de la Isla.

Indicó que aunque el comité estudia las posibilidades de control biológico y químico para luego desarrollar un método programado también existen otras formas de controlar la plaga como unas trampas que podrían utilizarse a corto plazo. En términos biológicos, mencionó como posible solución los parasitoides que otros países han usado de forma exitosa para eliminar el insecto así como un hongo que se reproduce comercialmente y que también ataca la broca. Estas alternativas son viables, añadió, pero toman tiempo porque requieren unos protocolos para entrarlos a la Isla y la creación de infraestructura para desarrollarlos.

Por otro lado, Monroig Inglés hizo hincapié en que el control químico debe ser la última opción porque los insecticidas pueden causar contaminación al ambiente en los cuerpos de agua cercanos a los cultivos. Asimismo, aseguró que podrían eliminar enemigos naturales y causar desequilibrios biológicos.

“A pesar de la urgencia que tiene la situación, no podemos empezar a actuar apresuradamente. En eso soy bastante cuidadoso por las experiencias que hemos tenido con otras plagas”, reiteró el especialista quien propone como método preventivo recoger todos los granos de café que queden en los árboles y en el suelo durante esta cosecha. Esta acción evitaría que la broca tenga dónde alimentarse y reproducirse. Sin embargo, reconoció que se trata de una medida onerosa por el problema de la falta de mano de obra.

“Yo creo que debemos trabajar a prisa para buscar una solución, pero no dar recomendaciones a prisa sin que estén validadas por la investigación”, puntualizó.


El profesor Miguel Monroig Inglés descubrió la existencia del insecto en Puerto Rico.


La broca perfora el fruto por un orificio tan pequeño como el tamaño de su cuerpo.


El insecto es muy similar a un pequeño caculo, de color marrón oscuro y con medidas de alrededor 1.5 a 1.7 milímetros.


El ciclo de vida de la broca es muy corto. La foto muestra sus distintas etapas de vida.


La broca pone sus huevos dentro del fruto del café y al cabo de una semana ya tiene larvas o gusanos que comienzan a comerse la semilla.

Fotos suministradas