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viernes, 22 de junio de 2007
Por tercer año consecutivo, el programa de Biotecnología Industrial (Biotec) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) celebró su campamento de verano que integró a 60 estudiantes de escuelas superiores de Puerto Rico. Durante dos semanas, del 4 al 15 de junio pasado, los jóvenes vivieron experiencias prácticas relacionadas con esa disciplina, según dio a conocer la doctora Rosa Buxeda, directora del programa.
“El campamento consiste de visitas a la industria para conocer sobre carreras profesionales así como viajes de campo para exponerlos a las aplicaciones de la biotecnología en la agricultura, ambiental, marina e industrial”, precisó Buxeda. Agregó que esas experiencias se combinan con laboratorios de extracción de DNA, cultivo de células, microscopia, transformaciones genéticas y bioprocesos, entre otras actividades.
Como parte de la clausura, los jóvenes prepararon afiches para dar a conocer sus hallazgos del mundo biotecnológico. Precisamente, este año se enfatizó en el área de la bioinformática, la que pudieron poner en práctica en la elaboración de sus presentaciones que se exhibieron en el vestíbulo del edificio de Enfermería.
“Puerto Rico optó por enfocar su desarrollo económico junto a la farmacéutica en en al área de la biotecnología. Nosotros en el Colegio optamos por esta disciplina y organizamos actividades como ésta para que los ayude a descubrir su vocación. Esperamos que ustedes sean estudiantes nuestros en el futuro”, dijo el rector del RUM, doctor Jorge Iván Vélez Arocho, en su mensaje a los jóvenes durante la actividad de cierre.
De acuerdo con la directora de Biotec, alrededor de 300 estudiantes sobresalientes de undécimo grado solicitaron participar en el campamento, entre los cuales se seleccionaron a 60 alumnos representantes de 37 pueblos de la Isla. El proyecto cuenta con la subvención de la Fundación Amgen y es gratuito para los participantes.
“Esta experiencia ha sido única, maravillosa. Puedo recomendarla porque se aprende más de la práctica que de la teoría”, aseguró Sailís Zayas de Corozal a la vez que destacó la cohesión que se logra entre los participantes al trabajar en equipos con la asistencia de sus mentores, quienes son a su vez estudiantes subgraduados y graduados del Colegio.
Adrián Godoy, por su parte, opinó que el campamento es una oportunidad única para conocer todas las posibilidades de la biotecnología. “Esta experiencia es increíble, te abre todas las puertas en los campos interdisciplinarios”, precisó el estudiante de Trujillo Alto a quien le apasiona la bionanotecnología.
A la clausura del campamento, que se llevó a cabo el pasado 15 de junio, asistió además el doctor Moisés Orengo, decano de Artes y Ciencias; el doctor Lorenzo Saliceti, quien dirige el programa de Biotec junto a Buxeda; así como los mentores y familiares de los participantes.
Programa de Biotecnología Industrial http://uprm.edu/biotech.
Los jóvenes conocieron las aplicaciones de la biotecnología en la agricultura, ambiental, marina e industrial (foto suministrada).
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El campamento incluyó laboratorios de extracción de DNA, cultivo de células, microscopia, transformaciones genéticas y bioprocesos (foto suministrada).
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La joven Sailís Zayas, estudiante participante de Corozal. |
Cada grupo ofreció un breve testimonio sobre su experiencia en el campamento.
La clausura se celebró en el anfiteatro de Enfermería con los estudiantes y sus familiares.
Los jóvenes prepararon afiches sobre sus vivencias y hallazgos.
De izquierda a derecha: Lisa Ortiz y Lizzie Muñiz (asistentes administrativas de Biotec); y los doctores Rosa Buxeda, Jorge Iván Vélez Arocho, Moisés Orengo y Lorenzo Saliceti.
Uno de los grupos muestra su afiche.
Fotos Carlos Díaz/Prensa RUM
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