Impresos para la historia
Por Idem Osorio
iosorio@uprm.edu
PRENSA RUM

viernes, 15 de septiembre de 2006

“Y gloria a las manos, a todas las manos que hoy trabajan…”
Juan Antonio Corretjer

Por sus manos pasan a diario cientos de palabras que informan, letras que educan, verbos que invitan, datos que arrojan luz. No son manos de escritores, ni eruditos, ni académicos. Son manos experimentadas que con la ayuda de la tecnología dejan plasmadas literalmente páginas infinitas para la historia. Son las manos de los trabajadores de la Imprenta del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) que se propone alcanzar el liderazgo en el sector de impresión y publicaciones.

Desde una tarjeta de presentación hasta un libro. Papeles, sobres, libretas, hojas sueltas, cruzacalles, afiches, diplomas, tesis; en blanco y negro, a dos colores, a color completo; encuadernación, diseño y artes gráficas. Éstos, son algunos de los servicios que ofrece la imprenta no solo al Colegio, sino a varios recintos de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y a un sinnúmero de clientes externos desde sus oficinas ubicadas en la Avenida Las Marías del RUM.

Con el reto de operar una empresa universitaria de servicios de productos impresos y editoriales que a su vez aporte al presupuesto operacional del decanato de Administración del RUM, la imprenta atravesó una transformación en los últimos dos años bajo la tutela de su director José L. Cabán, quien aceptó la encomienda.

“Hemos logrado la misión de aportar al presupuesto y proveer a la comunidad el mejor servicio de impresión, publicación y asesoría cumpliendo con los más altos estándares de calidad”, aseguró Cabán. Explicó que aunque la imprenta es una unidad adscrita al decanato de Administración no recibe presupuesto del fondo general institucional excepto los salarios de los empleados. De ahí, la importancia que ha tenido su reorganización para lograr el aumento de sus ventas. “Mientras más volumen, más ingresos se generan, ahí entra la parte de nuestra misión”, afirmó.

Según explicó, cuando asumió la dirección en el año fiscal 2003-2004 la imprenta facturó cerca de $100 mil por sus servicios. Durante el pasado año fiscal 2005-2006 esa cifra aumentó a aproximadamente medio millón de dólares. Cabán atribuyó el éxito a una serie de medidas que, además de ampliar el horizonte de esta empresa, ha logrado “recuperar la confianza de la clientela”.

Algunos de esos esfuerzos incluyen la adquisición de tecnología nueva como prensas digitales, la introducción del trabajo a color (full color) que antes no se hacía, y la iniciativa de aumentar el negocio de clientes externos. No obstante, para el empresario existen razones de mayor peso.

“Hemos logrado compenetrar el equipo de trabajo, hay compañerismo y respeto. Además, atendemos a todos por igual. Lo mismo hacemos un trabajo pequeño que uno grande. Eso ha hecho la diferencia”, apuntó Cabán quien habla siempre en plural cuando menciona los logros que ha obtenido junto a su equipo de trabajo.

Su clientela es diversa. Actualmente, hace todo el trabajo de impresión que no sea digital a una compañía multinacional con operaciones en Puerto Rico cuya distribución abarca toda la Isla. Además, ofrece sus servicios a hospitales, médicos, negocios y a clientes individuales a quienes les atrae sus precios competitivos.

En el ámbito universitario, Cabán destacó que existe la posibilidad de que se le encomiende la impresión de todos los diplomas que utiliza el sistema de la UPR para su colación de grados. Igualmente, contó que una de las satisfacciones más grandes en su gestión como director ha sido imprimir una cantidad enorme de libros y publicaciones de profesores y de los distintos departamentos académicos del recinto mayagüezano, tarea que por mucho tiempo se delegó a compañías externas.

El director resaltó la relevancia que tiene cada una de las áreas de impresión desde la prensa digital a colores, las prensas tradicionales, el área de corte, hasta las máquinas letter press que datan de 1950 que aún funcionan y se utilizan para algunos trabajos. Estas antecedieron la nueva tecnología. De igual forma, narró el proceso desde que se recibe una orden hasta que está listo el trabajo final.

Sus proyectos futuros incluyen la adquisición de equipo más actualizado, la incursión en nuevos negocios como la impresión de productos de promoción y la posible transición a una editorial. Por el momento, prefiere continuar enfocado en solidificar lo que se ha logrado en los pasados dos años y continuar el crecimiento de su negocio.

No obstante, Cabán destacó que tanto para él como su equipo de trabajo su clientela más importante es la colegial, ése es el motor que les da fuerza a esas manos para esmerarse en su quehacer. “La pasión, el orgullo y el amor que sentimos por el Colegio es lo que hace que uno se integre y haga las cosas bien”, puntualizó el director.


El artista gráfico Gerardo Flores opera una prensa digital moderna.


Así luce una prensa tradicional, aquí manejada por el prensista José Iván García.


En el área de corte de la imprenta, Roberto Galarza utiliza la guillotina como parte de su labor como encuadernador.


Las máquinas letter press que datan del 1950 y que se conservan en funcionamiento, aún se utilizan para numerar y perforar. Éstas antecedieron la nueva tecnología.


Don Guillermo Damiani, quien tiene amplia experiencia como técnico de fotocomposición litográfica, lleva 30 años en el manejo de las máquinas letter press.


El auxiliar de imprenta Joaquín Colón muestra la operación de una prensa digital de un solo color de alta velocidad. Esta máquina tiene la capacidad de imprimir 120 páginas por minuto.


Muestra de algunas portadas de libros que ha publicado la imprenta recientemente.


José L. Cabán dirige la empresa universitaria de impresos desde hace dos años.


El equipo de trabajo de la imprenta. Al frente, de izquierda a derecha, Roberto Galarza, Guillermo Damiani, Elizabeth Nieto y María Ronda (ambas funcionarias administrativas) y José L. Cabán. Atrás en el mismo orden, José Iván García, Joaquín Colón, Luis Castro, Gerardo Flores y Héctor Rodríguez.

Fotos Carlos Díaz/Prensa RUM