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viernes, 21 de julio de 2006
El programa de Meteorología del Departamento de Física del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) ha cobrado auge y ya cuenta con 36 estudiantes que toman los cursos de esta subespecialidad.
Así lo indicó recientemente el director de ese departamento, el doctor Héctor Jiménez en una entrevista en el programa radial Foro Colegial. Recordó que hace tres años cuando se anunció el nuevo ofrecimiento académico hubo un gran interés del público y se recibieron muchas llamadas de personas interesadas en el programa.
“Estamos muy contentos porque ha crecido en términos de los estudiantes que participan y de los profesores que ofrecen los cursos. Además, se le ha brindado oportunidad de investigación de verano a muchos de los jóvenes”, sostuvo Jiménez.
Según explicó, esta oferta académica es el resultado de un acuerdo de colaboración con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) que consta de 25 créditos en meteorología. Esto significa que el estudiante hace un bachillerato -preferiblemente en ciencia, matemática o ingeniería- y al mismo tiempo toma los cursos para capacitarse en meteorología. Sin embargo, también puede completar un grado en otra disciplina, pero tendría que tomar los cursos requeridos en matemáticas, física, química y otras ciencias.
“Muchos provienen de otras áreas académicas, incluso de comunicaciones”, manifestó. El propósito es que el estudiante culmine su bachillerato con la especialidad en el tiempo proyectado de cuatro o cinco años. “Una posibilidad es que use sus electivas libres para tomar los cursos”, explicó el profesor.
Se espera que alrededor de cinco estudiantes completen la subespecialidad en mayo de 2007 y se conviertan en los primeros egresados de meteorología.
“Esto le da la oportunidad de trabajar con un meteorólogo a nivel de principiante, pero es el punto de partida para hacer una carrera o seguir estudiando”, sostuvo el profesor. Aclaró que aunque el programa aún está en vías de aprobación final, confía que el próximo semestre se complete el proceso. “Ya ha pasado por varias etapas en las que ha sido evaluado cuidadosamente y todas han sido muy positivas”, manifestó.
Agregó que la ventaja de que se apruebe formalmente el programa es que se le añadirían 15 créditos adicionales en electivas libres de manera que el estudiante no tenga que sacrificar aquellas clase que hubiese querido tomar en otras areas como humanidades y en otras que le interese.
Según Jiménez, el programa fue diseñado para que cumpla las especificaciones federales de lo que es un meteorólogo, lo que significa que puede trabajar en el Servicio Nacional de Meteorología, agencias públicas y privadas o en el aeropuerto.
Parte del currículo incluye investigación en programas de internado de verano.
“Este año enviamos a tres estudiantes a trabajar en un laboratorio del Centro Nacional de Meteorología en Miami y el año pasado fueron dos”, señaló el profesor. En estos talleres trabajan con científicos experimentados e investigan acerca de lo que producen los huracanes, por qué está aumentando la cantidad de estos fenómenos y su intensidad, entre otros temas.
La expectativa es convertir el ofrecimiento en un bachillerato.
La temporada de huracanes
Por otro lado, Jiménez explicó que se espera un año con actividad mayor que la promedio aunque no tanto como la del 2005.
“Esto está basado en que la temperatura de la superficie del mar está medio grado centígrado más baja que el año pasado a esta época”, afirmó. Agregó que aunque hay expectativas de que la actividad sea un poco menor, aún así las predicciones generales son entre 13 y 16 tormentas con nombre y de ésas de 8 a 10 podrían convertirse en huracán. Opinó que aunque estas predicciones son estimados inteligentes, no hay una certeza de que ocurra así. Sin embargo, según el físico, existe una preocupación a largo plazo de que el calentamiento global tenga un efecto permanente en la temperatura de los océanos.
“Actualmente hay un debate muy importante entre la explicación convencional de que hay ciclos de mucha o poca actividad que comprenden varias décadas y otros estudios recientes de personas muy reconocidas que han llegado a la conclusión de que este ciclo como tal es consecuencia de los cambios en las concentraciones de partículas contaminantes en la atmósfera”, puntualizó el físico quien explicó que en la medida en que se reduce el número de partículas, aumenta la luz solar y a su vez la temperatura de los océanos.
“Si esto resulta cierto, entonces este aumento en la actividad de huracanes no va a ser temporero, sino un cambio más permanente que iría de la mano con el calentamiento global. Eso es algo muy preocupante”, sentenció el científico.
Para más información sobre el Programa de Meteorología puede acceder a www.uprm.edu/accam o llamar al (787) 832-4040, ext. 2077.
Estudiantes del programa de meteorología del departamento de Física.
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