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viernes, 21 de julio de 2006
Son niñas, niños y jóvenes de 7 a 14 años que se pasean como estudiantes experimentados cada verano en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM). Se trata de los participantes del programa recreativo El Tarzán, que por casi 30 años ha ofrecido una alternativa a la comunidad del área oeste en los meses de vacaciones escolares.
Este verano no fue la excepción, según indicó el director del campamento Edmundo Carrero, ya que desde el 12 de junio hasta el 7 de julio pasado, 350 niños y jóvenes de la comunidad así como hijos de empleados del RUM disfrutaron de un programa que integró actividades deportivas, artísticas y recreativas.
A pesar de una merma en la matrícula, probablemente relacionada con la crisis presupuestaria que enfrentó el País, Carrero aseguró que el campamento revalidó su éxito. “Tuvimos aceptación de la comunidad, hubo muchos padres complacidos”, expresó el profesor de educación física y entrenador del equipo de levantamiento de pesas del RUM, a quien no le sorprende esa acogida.
“Obedece principalmente a que papi y mami trabajan y quieren dejar a su hijo(a) en un sitio seguro y aquí hay seguridad todo el tiempo”, manifestó Carrero. De igual forma, opinó que la confianza de cientos de madres y padres responde al personal preparado que trabaja en el campamento y a las instalaciones físicas con las que cuenta el Recinto.
Los participantes de El Tarzán tuvieron la oportunidad de practicar arquería, baloncesto, balompié, béisbol, cuica, gimnasia, volibol y pista y campo, entre otros deportes. Además, se integraron juegos, películas, actividades de baile, modelaje, manualidades y excursiones fuera del Recinto.
Carrero explicó que en esta ocasión no se ofreció natación por las reparaciones que se le hacen a la piscina del Recinto, pero se compensó con otras actividades como los juegos inflables que se instalaron durante tres semanas para la diversión de todos.
De igual forma, se retrasó el uso del gimnasio de pesas por estar en proceso de reparación, pero de acuerdo con Carrero se pudo utilizar gracias a la colaboración de la Oficina del Rector.
Para el cierre del campamento, se celebró una gran fiesta en la que los participantes mostraron sus talentos artísticos. El próximo verano El Tarzán celebrará 30 años de servicio a la comunidad, un orgullo para el profesor Carrero quien espera continuar su labor en el mismo ya que, según expresó, el deporte es su vida.
En el cierre del campamento, los participantes mostraron sus talentos artísticos.
Como parte de las clases de baile, se prepararon varios números como esta imitación del cantante Luis Fonsi junto a sus bailarinas.
El modelaje fue otra de las actividades que tuvo mucha acogida.
Fotos por Carlos Díaz
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