Compite el bote solar en el Solar Splash
Por Margarita Santori López
msantori@uprm.edu
PRENSA RUM

viernes, 7 de julio de 2006

El equipo del bote solar del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) regresó la semana pasada de Arkansas luego de participar en el Solar Splash 2006, un evento interuniversitario que promueve el diseño de embarcaciones propulsadas con energía solar y eléctrica.

La delegación boricua, integrada por nueve estudiantes y un profesor de Ingeniería Eléctrica, logró el segundo lugar en la categoría de presentación visual; ganó el premio de Sportmanship (espíritu deportivo) y concluyó en el decimotercer lugar del evento en el que compitieron 14 universidades de Estados Unidos, una de Canadá y la de Puerto Rico. Resultó ganadora la Universidad de Arkansas, seguida por Cedarville University de Ohio y la United States Naval Academy de Annapolis, Maryland.

“Fue una experiencia muy buena para los estudiantes. Compartieron con personas de distintas universidades y aunque fue una semana de mucho trabajo, tuvieron la oportunidad de poner en práctica lo que aprendieron en el salón de clases. Los muchachos quieren volver el año que viene”, afirmó el doctor Eduardo Juan, profesor encargado del proyecto quien acompañó a los jóvenes. Agregó que la competencia está muy bien organizada y exhortó a posibles auspiciadores para el próximo año.

El equipo del Colegio estaba compuesto por su capitán Carlos Rodríguez, Miguel Santiago y Carlos Malavé, todos de Ingeniería Eléctrica. Además, participaron Josean Aponte, Janayra Ocasio, Benjamín Santana, Manuel Quiñones, Yocli Coma
y Dionel Cádiz, de Mecánica.

El bote colegial es una embarcación tipo catamarán de 15 pies de largo por siete de ancho con flotadores prefabricados, un panel de celdas solares en el centro y espacio para un piloto.

El equipo llegó a Arkansas el lunes, 19 de junio y el bote arribó el martes por la tarde. Según el profesor, uno de los primeros retos fue armar la embarcación. “Tuvimos problemas con la transportación porque una de las cajas era muy grande y no cabía en el avión, así que hubo que cortar el frame de metal para achicarlo y soldarlo nuevamente”, explicó. Comentó que el Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Arkansas fue muy amable con ellos porque les prestaron las herramientas y las instalaciones. Al otro día el bote tenía que estar listo.

“Esa noche los muchachos no durmieron. Tuvieron que armar el bote y alquilar un camión para transportarlo de la universidad al lago”, señaló.

El miércoles y el jueves se realizaron las inspecciones para cualificar las embarcaciones. “El jueves llovió y el equipo del Colegio demostró lo alegre que somos los puertorriqueños porque con instrumentos improvisados y junto con los canadienses cantaron y bailaron, y alegraron el lugar”, narró el profesor.

El viernes iniciaron los eventos principales con pruebas para medir la seguridad del bote en el agua. Se evaluó la capacidad de navegación, de maniobrar en el agua y se efectuaron las primeras prueba de velocidad. “Ahí tuvimos dificultades en el sentido de que las baterías no estaban cargadas como se pensaba y el bote no corrió como se suponía que corriera’’, dijo.

El sábado se llevó a cabo la competencia de endurance que consistió en dos horas de navegación en la mañana y dos en la tarde. El bote colegial, piloteado por Carlos Rodríguez, completó ambas pruebas. “Corrió muy bien. Hay que considerar que es la primera vez que vamos y que otras universidades cuentan con mucha más experiencia en esto”, subrayó el ingeniero, quien destacó la labor del capitán. Como parte del evento uno de los miembros del equipo mantenía comunicación continua con el piloto desde la orilla.

El Solar Splash culminó el domingo con una carrera de velocidad, pero el bote colegial fue descalificado por invadir el carril de uno de sus contrincantes. “Fue un error humano donde el capitán se confundió de carril y tuvimos una penalidad significativa por eso”, sostuvo Juan. Según el profesor, tres factores perjudicaron el desempeño del bote boricua: que el ángulo de la hélice era muy alto y le restaba velocidad a la nave; la carga de las baterías en la prueba de velocidad y la penalidad en el último evento. El certamen culminó el domingo con la ceremonia de premiación.

Por su parte el estudiante Dionel Cádiz, aseguró que el reto mayor fue reconstruir el bote para que estuviera a tiempo en la competencia. “Ese día no dormimos. Tuvimos que cortar el frame por la mitad y soldarlo allá”, destacó. Aseguró que el equipo de Puerto Rico fue la atracción del campeonato y que establecieron una buena relación con los equipos de Canadá y Arkansas.

Los auspiciadores principales del Colegio fueron Centennial de Puerto Rico, Boeing, Wayotek y el radiólogo David Loyola, entre otros.

El proyecto forma parte de un curso académico que comenzó hace un año por iniciativa de los mismos estudiantes de ingeniería que se interesaron en trabajar con energía solar, específicamente vehículos acuáticos. De esta forma, surgió la organización Watercraft Engineering que inició el diseño de un bote solar.

La delegación del Colegio compitió en el Solar Splash del 21 al 25 de junio pasado. Desde la izquierda, Josean Aponte, Miguel Santiago, Yanayra Ocasio, Carlos Malavé, Manuel Quiñones, Carlos Rodríguez, Benjamín Santana, Yocli Comas, el profesor Eduardo Juan y Dionel Cádiz.

Momentos en que los estudiantes llevan el bote hasta el lago para la competencia.

Los jóvenes trabajaron una noche sin parar para armar el bote.

Dionel Cádiz y Josean Aponte realizan algunos ajustes al motor.

 

El RUM ganó el segundo lugar en presentación visual.


Los botes concursaron en distintos eventos.


Carlos Rodríguez fue el piloto del bote número 13 de Puerto Rico.