El rector del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), doctor Jorge I. Vélez Arocho inauguró el pasado, 10 de mayo, de manera simultánea el Instituto de Inocuidad de Alimentos de Las Américas y el Centro de Aprendizaje en Biotecnología Industrial. El primero pertenece al Colegio de Ciencias Agrícolas y el segundo al Programa de Biotecnología Industrial del Colegio de Artes y Ciencias, ambos del Recinto.

Las dos nuevas dependencias están ubicadas en las antiguas instalaciones de la televisora WORA TV en el anexo del edificio Darlington de Mayagüez y su establecimiento sobrepasa los $800 mil.

“Son dos centros de adiestramiento prácticos y teóricos que nos permitirán responder con herrramientas de vanguardia a las necesidades de los sectores comercial e industrial en las áreas de inocuidad de alimentos y de biotecnología industrial”, sostuvo el rector Vélez Arocho.

El Instituto de Inocuidad de Alimentos de Las Américas estará a cargo de los doctores José La Torre y Edna Negrón y en sus dos aulas virtuales se ofrecerán talleres y seminarios sobre la seguridad de los alimentos. Uno de los salones tiene capacidad para 30 personas y el otro para 15.

“Adiestraremos a personal de las agencias reguladoras federales, de la industria local y de países extranjeros”, explicó el doctor La Torre. De hecho, la inauguración coincidió con la celebración del 4to Seminario para Oficiales de Gobierno Internacional sobre Inspección de Carnes y Aves. En éste participaron personas de España, México, Chile, Uruguay, Costa Rica, Colombia, Honduras, Guatemala y Ecuador, según indicó la doctora Negrón. Añadió que el Instituto es el único en su clase en el área del Caribe.

Por su parte, el Centro de Aprendizaje en Biotecnología Industrial estará bajo la dirección de los doctores Rosa Buxeda y Lorenzo Salicetti, coordinadores del Programa de Biotecnología en el RUM.

“El centro estará equipado para ofrecer adiestramientos sobre células microbianas y células mamíferas y es una iniciativa multidisciplinaria porque también está involucrado el Departamento de Ingeniería Química”, sostuvo la doctora Buxeda. Añadió que este centro ha sido producto de las aportaciones de Amgen, Abbott, Lilly, Inseco, Ortho Biologics, la compañía constructora AMS y la compañía de Fomento Industrial de Puerto Rico (PRIDCO, por sus siglas en inglés).

Precisamente, el licenciado Jorge Silva Puras, director ejecutivo interino de esa entidad gubernamental y secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio destacó en comunicación escrita que “Nuestra aportación al Centro de Aprendizaje en Biotecnología Industrial es un claro ejemplo de los esfuerzos que queremos seguir apoyando como parte de nuestro compromiso de continuar la transformación de nuestra economía a una del conocimiento”.

“Este tipo de proyecto sirve de instrumento promocional para atraer industrias de biotecnología, ya que brinda las herramientas necesarias para que dicho sector pueda desarrollar la fuerza laboral tan especializada que necesita. Además, sirve para que industrias de biotecnología ya establecidas en la Isla optimicen su producción al poder adiestrar a su personal en Puerto Rico”, sostuvo.

El corte de cinta del Instituto de Inocuidad de Alimentos de Las Américas estuvo a cargo del rector Jorge I. Vélez Arocho, junto a un grupo de funcionarios del RUM y de la indsutria y gobierno.

Los doctores José La Torre y Edna Negrón posan orgullosos frente a las instalaciones del Instituto de Inocuidad de Alimentos de Las Américas, del que son coordinadores.

Personal de la industria, gobierno y del Recinto llevaron a cabo el corte de cinta de las instalaciones del Centro de Aprendizaje en Biotecnología Industrial del RUM.

Los coordinadores del nuevo Centro de Aprendizaje en Biotecnología Industrial, los doctores Lorenzo Saliceti y Rosa Buxeda, durante la inauguración de las instalaciones.

Estudiantes del Programa de Biotecnología Industrial utilizan los laboratorios del Centro de Aprendizaje en Biotecnología Industrial para realizar sus investigaciones.

El decano de Artes y Ciencias, doctor Moisés Orengo, escucha con atención a una de las estudiantes que hace uso de los laboratorios del Centro de Aprendizaje en Biotecnología Industrial.