Destacada gesta competitiva para Mecánica
Por Redacción
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PRENSA RUM

lunes, 25 de abril de 2005

Estudiantes del Departamento de Ingeniería Mecánica del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) asistieron recientemente a diversas competencias en los Estados Unidos en las que lograron una destacada participación. Así lo informó el director de ese departamento, doctor Paul Sundaram.

Una de las competencias fue en New Jersey donde integrantes de la asociación estudiantil ASME participaron en las Competencias Regionales. Compitieron en tres categorías: Diseño de robótica, Competencia oral y Póster. Los estudiantes Jesús Sánchez, Darío Valenzuela y Marian Rodríguez ganaron el primer lugar en Diseño. Según explicaron, tenían que construir un robot que pudiera cargar la mayor cantidad de arroz posible y como obstáculo bajar unos escalones. El robot del RUM logró el primer lugar cuando pudo retener 18 libras de arroz, mientras que el segundo lugar consiguió una carga de 9 libras. En la categoría de competencia participó la estudiante Marionelie Frazer y en la de Póster Vanessa Rosario y Mariela Cedeño quien ganó el segundo lugar. En este evento participaron 12 universidades.

Por otro lado, los estudiantes de Aero Design compitieron en Orlando, Florida con 32 universidades internacionales. Los estudiantes Jorge R. Rodríguez, Alexandro Acevedo, Jorge Rodríguez, Joel M. Sánchez, Carlamar Pérez, Edwin D. Martínez, Carlo D. Gaglione, Gilberto A. Dávila, Ernesto Rodríguez y Jan C. Varada compitieron en dos categorías: Clase Micro y Clase Regular. En la primera ganaron el primer lugar global, segundo lugar en presentación oral y tercer lugar en diseño global y un premio en efectivo de $500. Mientras, en la categoría Regular ganaron el tercer lugar en mejor diseño global, tercer lugar en presentación oral y obtuvieron la posición número 13 entre 21 universidades.

Por último, el equipo de Rumblebots, compuesto por los estudiantes Jesús Sánchez, Darío Valenzuela, Peter Sánchez y Alexander Pulliza, fue a defender su título de campeón en las competencias BattleBots IQ 2005 en Universal Studios en Orlando, Florida. Esta vez, el robot Alakrán llegó segundo en la competencia. Su primera pelea fue contra Manta Raya, otro de los robot del RUM creado por los estudiantes Adolfo de León, Ledwin Mercury y Josean Aponte.

“Manta Raya tiene una poderosa catapulta capaz de lanzar al aire a cualquier oponente de 120 libras, incluyendo a Alakrán”, dijo Sánchez, capitán del equipo. Indicó que esa fue la pelea más difícil de toda la competencia, porque además de que Manta Raya tenía el poder de virar al revés a Alakrán, “era como enfrentarse contra un hermano, ya que Manta Raya y Alakrán se construyeron uno al lado del otro”.

La segunda pelea fue contra el robot de Union College llamado “Spider Blade”. “Era un feroz “spinner” que rotaba su caparazón lleno de garras de acero a 2,500 revoluciones por minuto”, explicó Sánchez. Relató que reforzaron la armadura con una pieza de acero de un cuarto de pulgada de espesor para que soportara el duro impacto de las feroces garras y la estrategia resultó a la perfección. La pieza de acero asimiló el impacto de las garras y logró detener la rotación del caparazón. Alakrán no perdió tiempo para llevar al oponente contra “las cuerdas” para luego virarlo y ganar la pelea por “knockout”.

Según Sánchez, durante el segundo día de competencia se enfrentaron al también invicto “Talus Morsus”, un peligroso robot reversible equipado con un rodillo con dientes de acero que giraba a más de 2 mil revoluciones por minuto. “Cuando la pelea comenzó Alakrán se veía un poco fuera de control, como si tuviera problemas con la señal. Esto lo hizo recibir varios impactos del poderoso rodillo, pero ya para la mitad de la pelea logró virar múltiples veces al oponente, provocando que se le desconectara el cable positivo de la batería y apuntándose otra victoria por la vía del “knockout”, dijo el estudiante de Ingeniería Mecánica.

Agregó que luego de esto sólo quedaban dos robots invictos: Alakrán y Icewave, mejor conocido como el famoso “Goliat” al que el robot del RUM logró destruir en las competencias del BattleBotsIQ 2004.

“La herida de Icewave seguía abierta y este año vino más poderoso que nunca”, sostuvo. Explicó que su afilada aspa de acero endurecido -que pesaba 60 libras y medía 5 pies de largo, seis pulgadas de ancho y media pulgada de espesor- estaba conectada por medio de una polea a un motor de gasolina de 15 caballos de fuerza que aceleraba el aspa a más de 2,500 rpm en pocos segundos.

“El robot de la universidad de New Orleans estaba cortando la competencia como mantequilla y a pesar de los esfuerzos e inventos que hicieron sus oponentes para detenerlo nadie le había podido hacer ni un rasguño”, puntualizó el joven estudiante. Agregó que al entrar los robots a la arena el público se encontraba en expectación absoluta, y lo demostraba con su silencio. “Era la pelea más esperada de la competencia”, afirmó. Contó que cuando comenzó la pelea los dos robots lucían más temerosos que agresivos y aún estando separados no dejaban de apuntar sus armas el uno al otro. Luego de segundos de tensión en los cuales los robots se acercaban cautelosamente, ambos perdieron la paciencia y se remataron con todo lo que tenían como si estuvieran apostándolo todo en ese golpe.

Según dijo, el impacto fue exorbitante, como si un rayo hubiese caído en el medio del cuadrilátero empujando a Alakrán hacia una esquina y a Icewave hacia la otra. Ambos robots se recuperaron lentamente como si el impacto los hubiese mareado.

“Cuando Alakrán se estabilizó y arremetió contra Icewave presentó dificultad al moverse y no logró acelerar con rapidez, dándole la oportunidad al oponente de acelerar nuevamente su arma a su máxima potencia”, relató Sánchez. De ahí Alakrán lo atacó de frente porque se le había modificado la catapulta para que no dejara que las aspas de Icewave se acercaran al robot. “Icewave cayó en la trampa y se enganchó en el frente, pero cuando lo vamos a empujar contra la pared donde su arma no funcionaría los motores no respondieron y Alakrán terminó siendo el empujado”, agregó. Fue entonces cuando, según dijo, Darío Valenzuela, operador de las armas de Alakrán, tomó la arriesgada decisión de activar la catapulta con el aspa girando a su máxima potencia. “Si Darío fallaba en esa movida el aspa pegaría directamente en el arma principal, destruyéndola por completo”, aseguró. Sólo levantar a Icewave una pulgada del suelo hizo que se desestabilizara, y luego de golpear uno de los tubos delanteros de Alakrán salió volando 5 pies en el aire.

“El impacto fue tan brutal que el eje de aluminio de tres cuarto de pulgadas de diámetro que movía el aspa se dobló, rompiendo así la polea y desactivando su arma”, sostuvo Sánchez. Agregó que el campeonato de Alakrán estaba servido en bandeja de plata porque Alakrán estaba ileso y sólo tenía que virar al oponente.

Sin embargo, aseguró que sintieron una frustrante sensación al ver que sus motores no estaban respondiendo como debían. Con gran esfuerzo Alakrán logró montar a Icewave por segunda vez en la catapulta y virarlo a casi 90 grados, pero nuevamente volvió a caer de pie. De ahí el oponente se percató que tenía problemas para moverse y faltando tres segundos el árbitro detuvo la pelea porque Alakrán no mostraba señal de movimiento aunque su arma principal funcionaba perfectamente. Alakrán quedó segundo en la competencia.


Este robot del RUM logró el primer lugar cuando pudo retener 18 libras de arroz, mientras que el segundo lugar consiguió una carga de 9 libras.


Manta Raya fue otro de los robots que compitieron, creado por los estudiantes del RUM (de izquierda a derecha) Adolfo de León, Ledwin Mercury y Josean Aponte.


Integrantes del equipo de Puerto Rico, atrás a la izquierda, Darío Valenzuela; a la derecha Pedro Sánchez y al frente Jesús Sánchez, capitán del equipo.


Alakrán durante el combate con Talus Morsus.


El robot Alakrán fue el subcampeón de la competencia.