Investigación pionera en entomología forense
Por Kattia María Chico
kchico@uprm.edu
PRENSA RUM

martes, 13 de julio de 2004

En el futuro, investigadores puertorriqueños podrían resolver casos de homicidio basándose en datos ofrecidos por los informantes más inusitados: las larvas y adultos de insectos que habitan los cadáveres. La hora de muerte puede precisarse por el desarrollo alcanzado por estos artrópodos.

Así lo explicó Edwinn Giovanny Guarín Vargas, estudiante del Departamento de Biología del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), quien estudia la sucesión de poblaciones de insectos que colaboran con la descomposición de un cuerpo.

Agregó que aunque la entomología forense se ha incorporado a pesquisas criminales en otros países, esta es la primera vez que se conduce un estudio sobre el tema en Puerto Rico. El trabajo forma parte de su tesis, dirigida por el doctor José A. Mari-Mutt, entomólogo y director de la Oficina de Estudios Graduados del RUM.

“Los ciclos de vida de muchos insectos han sido bien estudiados y constituyen una referencia entomológica muy confiable. Por tanto, los organismos recolectados e identificados taxonómicamente, permitirán entregar a las entidades criminalísticas bases para utilizar la entomología como prueba y solución en casos judiciales, de forma que se pueda recurrir a fuentes alternas como soporte de las investigaciones”, afirmó.

El estudiante de segundo año de maestría trabaja con los cuerpos de tres cerdos del mismo peso (46 libras), sexo y edad. Diariamente toma muestras de insectos adultos e inmaduros de los cadáveres -cuya tasa de descomposición es similar a la del cuerpo humano- en lugares con distinta exposición solar (sol, sombra total y sombra parcial) de la Finca Alzamora, adscrita a la Facultad de Ciencias Agrícola del RUM. “En Mayagüez, donde la humedad relativa alta y el sol son favorables, un cuerpo de ese peso queda esqueletizado en aproximadamente 20 días”, indicó.



Guarín colocó larvas en un sustrato de hígado para que cumplieran su ciclo de vida en condiciones de laboratorio. Próximamente iniciará la identificación de los géneros y especies de las familias de dípteros (califóridos, sarcofágidos, múscidos), coleópteros (cléridos, estafilínidos, carábidos, derméstidos), himenópteros (bracónidos) y otros insectos relacionados con los cadáveres en Puerto Rico.

Conocer las especies de insectos y las áreas que habitan ayudará a establecer si un cuerpo ha sido trasladado, ya que la ovoposición comienza casi de inmediato. El trabajo de Guarín, que abarca taxonomía y ciclos de vida, será el inicio de una base de datos que ayude a establecer hora y lugar de muerte, datos esenciales a la hora de confirmar o refutar la coartada de un sospechoso.

Asimismo, indicó que podrían realizarse trabajos en conjunto con el Instituto de Medicina Forense, enfocados en la detección de abuso de drogas (entomotoxicología), y también sobre maltrato y negligencia en el cuidado de ancianos y niños.



Guarín llevó a cabo muestreos de insectos pasando una red entomológica y examinando los cuerpos que yacen en jaulas que permiten la entrada de insectos pero no el acceso a carroñeros como roedores y aves de rapiña.



El estudiante graduado tomó muestras de larvas colocándolas en un sustrato de hígado para que cumplieran su ciclo de vida en condiciones de laboratorio. Próximamente identificará los géneros y especies de las familias de dípteros, coleópteros, himenópteros y otros insectos relacionados con los cadáveres en Puerto Rico.